Jonathan Mann

Soy admirador de Jonathan Mann. Para los que no lo conozcan, todos los días publica en YouTube una canción al día. Siendo YouTube, implica que también produzca un video cada día, pero el asunto central es una canción al día.

En el 2014 llegó a las 2,000 canciones y la canción número 2,000 fue una celebración de esa meta. Lo convertí a un MP3 y me gustaba escucharlo cuando, en ese tiempo, debía viajar a Lima cada semana.

Poco a poco dejé de visitar el Song-a-Day hasta que cayó en el olvido. Este año me volví a a acordar de Jonathan y me dio curiosidad de ver si continuaba o qué había pasado.

Para mi sorpresa, encontré que en el 2019 ya había llegado a las 4,000 canciones, con otro video conmemorativo. Al momento que escribo esto ha compuesto 4,769 canciones.

En contraste, me apena ver que a pesar que he querido dibujar en mi Journal Comic regularmente, otras cosas han sido más importantes.

Mi Journal Comic: 2019

Este 2019 me he propuesto volver a actualizar regularmente mi Journal Comic. El 2017 no publiqué ni un solo comic y me tiene descontento. No volverá a ocurrir.

He estado implementando mejoras al motor detrás de todo Retrazos, ahora es una aplicación Zend Framework 3 en lugar del obsoleto Ruby on Rails 1.6. Ha sido una buena oportunidad para hacer refactoring y ordenar todo: la separación de secciones (antes todos compartían las mismas tablas), Unit Testing, una mejor arquitectura, etc.

Aún tengo tareas pendientes, pero mi enfoque está en tener mi Journal Comic funcional, tanto en la parte pública como en la sección privada de administración.

He hecho un cambio que va a romper muchos enlaces pero lo veía necesario: he renombrado varios tags según reglas específicas y claras a fin de mantener una consistencia. Tenía tags en singular, plural, en distintos tiempos gramaticales, etc.

Por si alguien lo encuentra útil, copio y pego mis reglas:

  • All tags are in lowercase, separated by spaces.
  • Use international characters: thalía, déjà vu.
  • Use dashes or other characters proper to the name: wreck-it ralph, sandwich.com.
  • Proper Names are in singular: batman, bible, ankylosaurus, php.
  • Prefer the English spelling over the Spanish one: peru vs perú.
  • Subjects and nouns are in plural: bees, kids, apps, songs. Exception to the rule: when inherently there’s only one: grammar, syntax, literature, music. Think: “show me posts with tags of ___”.
  • Adjectives should complete the sentence “I’m ___” or “I’m feeling ___”: poor, tired, burnt-out, weary, moved, blue.
  • Verbs are in singular, present participle tense: running, burning out, falling, walking, reading.
  • The rationale for adjectives and verbs is that they’re actively happening in the comic.

Un detalle del cual nunca me había percatado es que ¡mis imágenes no tenían fecha! Sin el contexto del post, no había forma de saber de cuándo es el comic, haciendo irrelevantes diálogos como “last Tuesday” o “three days ago.” Desde el 2019 todos los comics tienen la fecha al pie de la imagen.

Mi Journal Comic, todos los días

Este año, tras una conversación con Oliver, decidí iniciar un nuevo proyecto 365: publicar en mi Journal Comic todos los días.

Ya intenté un proyecto de dibujar todos los días antes, sin éxito. Pero luego de la experiencia de filmar un video todos los días por un año y tomar una foto todos los días por un mes, esta vez creo que voy a lograrlo.

En esta ocasión estoy siendo realista (y algo pesimista) sobre mi tiempo. No todos los días son iguales, y muchas veces el trabajo y otras responsabilidades me impiden poder dedicarme a mis proyectos personales. Por más que intente hacer tiempo, hay cosas muy urgentes o importantes que tienen mayor prioridad.

Antes, mi estrategia era separar tiempo como sea. Después de todo, si este proyecto es importante, entonces debo proteger ese tiempo a toda costa, ¿verdad?

Pues, no.

Por más importante que sea, para mí, dibujar o tomar una foto todos los días, la realidad es que hay cosas más importantes y más urgentes. Ministerios en la iglesia. Familia. Fechas de entrega en el trabajo. Enfermedad.

Esta vez estoy siendo realista y aceptar que no tengo tiempo para hacer esto todos los días. No puedo hacerlo. Quisiera que sea de otro modo, pero no lo es y no puedo cambiarlo. Como leí por ahí, “Life happens.”

Algo que aprendí recientemente con estos últimos proyectos es que “hacer algo” todos los días no es lo mismo que “publicar” todos los días. Cuando hice mi proyecto de un segundo de video todos los días, era bien sencillo: sacar el smartphone cuando algo interesante ocurría y grabar. Eso es todo. Fricción al mínimo. La tarea de editar y publicarlo vino después (¡y qué gigantesca fue!). Cuando hice mi proyecto de una foto al día por un mes hubieron días en los que no publicaba la foto que tomé ese día, sino días después. Porque el subir la foto, crear un post, escribir, etc. toma bastante tiempo. Y nunca había considerado eso.

Así que, si leen con atención, notarán que siempre he sido cuidadoso en anunciar este nuevo proyecto como “estoy publicando en mi Journal Comic todos los días” en lugar de “estoy dibujando todos los días mi Journal Comic.”

No puedo dibujar todos los días, pero la meta del proyecto es que cada día haya un nuevo Journal Comic publicado. Para lograrlo tuve que asumir una actitud agresiva contra el tiempo y eficiencia.

Tengo un buffer de entradas dibujadas de antemano que se publican automáticamente. Programé varias cosas para reducir en un 200% el tiempo y esfuerzo que me tomaba publicar un comic. Programé toda una serie de herramientas para compartir automáticamente cada comic en Facebook, Twitter, Tumblr, etc. porque me tomaba DEMASIADO tiempo hacerlo a mano.

Por otro lado, “tiempo para dibujar” significa estar en la oficina, con la computadora y la tableta de dibujo delante mío. Sabiendo esto, anoto en mi smartphone ideas de comics, de tal modo que cuando sea “tiempo para dibujar,” me siento únicamente dibujar. No me pongo a pensar recién qué dibujaré, cómo contar la historia, cuántos paneles voy a usar, etc. Cuando aparecen pequeños huecos de tiempo durante el día, en lugar de perder tiempo con las redes sociales, anoto esas ideas tratando de dejarlas lo más formadas posible para que el “tiempo para dibujar” sea aprovechado al máximo. Cuando estoy en la ducha o lavando platos me pongo a pensar en el comic, los diálogos, pacing, etc.

Una cosa es “saber dibujar” y otra cosa distinta es “saber de qué dibujar.” Puedes ser un artista técnicamente capaz, pero si tus ideas son aburridas, no tendrás mucho éxito (salvo el nivel técnico). Pero si tienes ideas fantásticas e historias cautivantes, puedes dibujar bolitas y palitos y hacer uno de los comics más populares de internet (véase: xkcd).

Esto aprendí luego de mil intentos por hacer un dibujo todos los días. Me sentaba frente al papel sin saber qué cosa dibujar. Me quedaba sin tiempo, sin dibujo y frustrado cuando en realidad el problema era falta de creatividad. Dibujaba cosas tontas y simples porque carecía de grandes ideas.

“You’re alive, I love you” es el mejor ejemplo de esto. El dibujo es, técnicamente, pobre. Pero tuvo cientos de votos en Reddit por la historia.

Algo que decidí para poder tener éxito en este proyecto fue publicar solamente en inglés. Traducir y mantener dos versiones toma bastante tiempo, sobre todo porque cambios de último minuto en los textos implicaba modificar en dos lados. Lo siento por aquellos lectores que no saben inglés.

¡Hoy se cumplen 50 días! Para aquellos que no lo conocen aún, les invito a visitar mi Journal Comic y comentar qué les parece.

Mi cuaderno Levenger Circa

Durante un buen tiempo mi cuaderno fue un pioner (three-ring binder) tamaño A5. Me gustaba la versatilidad de sacar e intercambiar hojas. Mi hermano mayor los había usado para la universidad y yo pasé a heredarlos. Lo usaba para organizarme, tomar notas en la iglesia, en el trabajo y, por supuesto, para dibujar.

Mamá tenía varios paquetes de hojas cuadriculadas de repuesto de la marca Atlas. Pronto las hojas de repuesto empezaron a terminarse y Mamá consiguió que me recorten y perforen hojas de repuesto en una imprenta — una cantidad gigantesca. Ya han pasado varios años y todavía me quedan muchas hojas en la caja. Me cortaron y perforaron hojas cuadriculadas, bond blanco y bond de colores. No estoy seguro de qué tamaño son, pero no son A5, probablemente sean la mitad de hojas tamaño Carta. Es un misterio.
Tiempo después en una librería encontré un perforador marca Artesco que perforaba hasta cuatro huecos y era ajustable. Lo fijé al tamaño exacto de mi binder y me encantó la idea de poder perforar cualquier documento o papel para agregarlo a mi cuaderno.

Me gustaba personalizar mi binder, imprimiendo imágenes de la web como portadas, usando hojas de colores y Post-Its como etiquetas para dividir mi cuaderno en secciones (To-Dos, Proyectos Personales, Música, Braindumps, etc). Me hice plantillas que imprimía en las hojas, tomando algunas del DIY Planner. Perforé un sobre para usarlo de bolsillo, y de paso un bolsillo de CD (que jamás usé). Entré en la fiebre de la productividad en papel.

Pero el binder tenía sus desventajas. Debido al tamaño de los aros, es grueso, voluminoso e incómodo de transportar. Abrir los aros para cambiar las hojas también era un poco fastidioso, pues hay que hacer fuerza. Era un poco ruidoso abrirlo en una prédica de la iglesia. No podía escribir cómodamente hasta el borde en las hojas de la izquierda porque me lo impedían los aros. Las hojas se rompían con algún movimiento brusco y tenía que reforzar los huecos. A pesar de todos estos inconvenientes valía la pena usar el binder por la facilidad de sacar y meter hojas.

En algún site de productividad conocí el sistema de Levenger Circa. Su sistema de encuadernación consiste en discos de plástico y un tipo especial de perforación en las hojas. El concepto se llama “Disc Binding” y es muy similar al binder, excepto que no tiene aros de metal difíciles de abrir ni tampoco es voluminoso. Al igual que un cuaderno de espiral, las hojas pueden dar la vuelta completa. Es, en otras palabras, la solución perfecta a lo que estaba buscando.

Debido a que los cuadernos y hojas de Levenger son caros y no disponibles aquí en Perú, no eran una opción que consideraba seriamente. Traté de hacerme mi propio cuaderno usando aros de llaveros. El resultado fue desastrozo, haha (y terminaron doliéndome los dedos). Con frecuencia volvía al sitio web de Levenger admirando sus productos y copiando algunas de sus hojas como plantillas para mi binder. A pesar de ver las fotos y videos aún no estaba seguro de entender bien el binding.
En una increíble coincidencia, ordenando mis cosas encontré un papel que Mike (un muy querido hermano en Cristo de Estados Unidos) me había entregado en el Campamento de Niños y me sorprendí al ver que ¡era una hoja perforada Circa! Le mandé un mail a Mike para preguntarle cómo era el sistema, pero no me contestó.

Al no tener respuesta y no aguantarme, pregunté en Ask Metafilter si el sistema era tan solamente en los discos, la perforación y nada más; o si había alguna pieza que mantuviese el cuaderno unido (ya que mi encuadernación con aros resultó eclenque) y que de repente yo no distinguía en las fotos. En resumen: si me compraba los discos y el perforador, ¿podía hacerme mi propio cuaderno Circa?

Las respuestas fueron que sí, los discos y la perforación lo eran todo. Entonces otro Mefite me hizo una sugerencia decisiva: Levenger Circa vende un “Circa Simply Irresistible Sampling Kit,” un paquete con varias hojas de muestra, discos y cubiertas para armar un cuaderno grande que costaba $40, y también — y este es el detalle clave — una Tarjeta de Regalo por $40.

“Podrías ordenar eso, esperar que llegue y usar los $40 para comprar el perforador.”

¡Qué buena idea!

El perforador costaba algo de $72 (yep, caro, es una pieza de lujo, excelentemente construida, de metal, tan pesada que podría usarla como arma). Le volví a escribir a Mike, preguntándole si podría comprar el Sampling Kit y luego el perforador con la Tarjeta de Regalo; yo se lo pagaría todo después. Entonces Mike me contestó que no me preocupe, que me lo compraría todo como gesto de agradecimiento. ¡OH, WOW! ¡Qué genial, qué genial! ¡Creo que nunca podré terminar de agradecérselo!

Tras una espera de varios meses, mi cuaderno Circa llegó. Mi Sampling Kit llegó distinto al listado en el website de Levenger, pero ya estaba avisado que, debido a stock, ellos estaban en la libertad de sustituir muestras para agilizar la entrega de los Kits.

Un detalle importante para el “funcionamiento” adecuado del cuaderno es que las hojas de Levenger son gruesas (90 gsm). Probé usar las hojas cuadriculadas de respuesto de mi binder, pero el papel era muy delgado y se rompían fácilmente con la perforación. Las hojas se trababan, se rompían y no se podía usar. Probé perforar hojas bond (también repuestos perforados para mi binder) que eran más gruesas y funcionaron mucho mejor. Pensé en comprar papel más grueso, pero resistí ese impulso porque me pareció un desperdicio no usar las hojas de repuesto de mi binder, de las cuales tenía (y sigo teniendo) un montón por usar.

Suficientes palabras, ¡queremos las fotos!

Me gusta probar distintos tipos de papeles. En la foto anterior arranqué las hojas de una vieja agenda y la recorté al tamaño adecuado.

En el trabajo de Thalía compraron un papel grueso para envolver obsequios. Thalía me guardó algunos sobrantes sabiendo que me gustaría usarlos para dibujar. Los usé para dibujar mi Journal Comic.

En la lista de compras futuras tengo más discos para que Thalía tenga su propio cuaderno y para tener uno de archivo con las hojas que ya no caben en mi cuaderno actual.

Soy un muy feliz dueño y fan de Levenger Circa. Altamente recomendado.

72 Hojas. 148 Páginas. Wow.

Luego de dibujar regularmente mi Journal Comic en mi sketchbook de papel kraft, he llegado al final del sketchbook. He dibujado un aproximado de 148 páginas (72 hojas). Digo “aproximado” pues hay algunas páginas que tienen otros dibujos o anotaciones que no son de mi Journal Comic.

La primera entrada tiene fecha de Enero 3, 2011 y la última ha sido el Diciembre 2, 2011 — he estado dibujando casi todo el año. El principio de Febrero no dibujé mucho, pero luego del Campamento de Niños empecé a dibujar más seguidamente.

Me cuesta creer que he dibujado toda esta cantidad de hojas. Es todo un hito porque es una muestra visible y palpable de disciplina. Es sorprendente lo que una cosa pequeña al día puede llegar a hacer.

Si quieren echarle un ojo a estos dibujos pueden leerlos desde aquí, donde empecé a publicarlos desde Octubre.

Máquina de Escribir

Tuve la idea de usar a Monolith (mi vieja laptop Thinkpad 365XD) como máquina de escribir. Le instalé Vim y me la llevé arriba a mi cuarto. Durante tres días empecé a escribir y me fue bastante bien. Luego vino el terremoto y escribí una larga entrada que quise copiar para mi blog. Como Monolith no tiene WiFi ni puertos USB, la única opción era bajarla a la oficina para hacer la copia con un cable Ethernet. La máquina se quedó en la oficina y dejé de escribir.

Necesito una solución con menos fricción, pero me temo que es la única pieza de hardware decente a la mano.

¿Qué tal mi Nokia N810? Mmm, no, necesito un teclado decente para poder escribir. Escribir en un hardware antiguo suena cool y quizás gane muchos geek points, pero mi meta es escribir más y para escribir más necesito la menor fricción posible.
Me gustaría tener algo similar a un Neo o Dana, que tenga un buen teclado, portátil y fácil de exportar hacia la PC.

Al parecer la mejor solución es seguir con Monolith. ¿O alguien quiere obsequiarme una vieja laptop con WiFi?

La Práctica hace al Dibujo

Desde el principio de año he notado dos cosas: he estado dibujando poquísimo y he estado leyendo más.

Quisiera dibujar mejor y la única manera es practicando más. Tiendo a querer dibujar poco y muy bien, cuando lo ideal es dibujar más para con la práctica ir mejorando y mejorando.

Por otro lado, tengo la costumbre de leer bastante con Instapaper o el Kindle en el iPhone. Aprovechaba pequeños momentos libres o de espera para leer algo, así que estaba contento de reclamar ese tiempo muerto con algo productivo.

Decidí reordenar mis prioridades y dibujar más en lugar de leer más. Entonces me vino la brillante idea: ya que tengo la costumbre de leer, reemplazaré los momentos de lectura con el dibujo. Y entonces empecé a dibujar más.

Cogí una libreta a medio usar que compré en Lima el anteaño pasado y la llevo conmigo a todas partes. Como las tapas son duras tengo una buen apoyo para dibujar, en lugar de una libreta delgada que tienda a doblarse. Empecé a dibujar con mi set de lápices Staedtler, pero no me daban buenos resultados con este tipo de papel (Kraft). Aún así seguía dándole, practicando. Mike me obsequió un lapicero de gel negro (Uni-Ball Signo 207) y lo probé. Seguí dibujando con lápiz, luego otro día volví a probar el lapicero y desde entonces no lo he dejado.

Esto me gusta porque es el tipo de experiencia que deseaba obtener: ir probando cosas hasta encontrar lo ideal con lo que puedo trabajar.

Mi Sketchbook

Con el lapicero ya no puedo borrar, estoy forzando a tener más confianza en cada trazo. He notado el contraste al ir a la computadora, dibujo con inseguridad haciendo muchas líneas de construcción. Ya entiendo por qué me toma tanto tiempo dibujar algo. Mi meta es dibujar sin líneas de construcción y crear el dibujo final lo más temprano posible.

Estoy dibujando mi Journal Comic allí. A veces sucede algo interesante y lo dibujo. Con ello tengo un banco de ideas para elegir y redibujar para la web. En mi Sketchbook dibujo cosas que no llegan a la web por ser más personales o porque simplemente no sobreviven a la edición. Antes tenía problemas para elegir qué contar, pero como ahora dibujo más frecuentemente, tengo otro problema solucionado. ¿Genial, no?

Ah, cómo quisiera haber hecho esto antes.

El nuevo boom latinoamericano

“Nuestro vecino vive un momento único: su economía crece casi 10 por ciento anual, sus exportaciones se disparan, la prensa internacional alaba a sus nuevos escritores, las revistas de viajes recomiendan sus encantos, desde el salvaje Amazonas hasta la refinada nueva gastronomía limeña. Por eso fuimos hasta allá. Para descubrir cómo viven los peruanos su minuto de gloria.” (Link)