Sobre Agendas y Calendarios

El año pasado Thalía me obsequió una agenda de papel con motivos chinos que estuve usando para organizarme. Ahora que inicia un nuevo año estoy volviendo a imprimir mi propia agenda e incluirla en mi cuaderno Circa. Sin embargo encuentro ahora que el formato usa muchas hojas; la agenda china usaba menos espacio y hojas. Voy a tratar de implementar un formato similar.

Sip, uso una agenda de papel. Desde que tuve mi Palm IIIx he usado agendas y calendarios electrónicos, pero desde que Google cerró Google Reader no he querido depender más de Google Calendar ni mucho menos de la computadora, smartphone o una conexión a internet. Una de las grandes ventajas de manejar un calendario electrónico son los eventos recurrentes. Ahora tengo que manejarlos a mano, pero no me es problema. Se que esto no funcionaría con todos, mayormente con personas con muchas tareas y eventos, pero funciona para mí.

Igualmente, mi daily.txt lo he movido al papel. Ya no está atrapado en la computadora. Lo malo es que no hay backups en caso que se me pierda mi cuaderno, pero en tantos años jamás se me ha perdido ni mi cuaderno ni mi Circa PDA. Así que ya dejé de preocuparme.

A propósito, he reemplazado mi Circa PDA con un mini cuaderno que armo a mano, recortando hojas y engrapándolas. Más detalles en otro post.

Sin iPhone y feliz

Han pasado cinco meses desde que estoy sin mi iPhone y, contra todo pronóstico, no tengo intenciones de comprar un reemplazo pronto. No compré el iPod Touch que tenía planeado. Mi celular actual es un Samsung sencillo, esos color negro con rojito.

¿Cómo me va? De hecho, bastante bien.

Comenté previamente que tenía la intención de aplazar la compra para hacer un experimento. He leído de personas que dejaron su smartphone por celulares más sencillos y deseaba probar lo mismo. Ya ha pasado tiempo suficiente para escribir mis observaciones.

En los primeros momentos que estuve sin el iPhone, curiosamente, me sentí liberado. Sentí un alivio del que no era del todo consciente, tenía un peso cuya magnitud ignoraba: la preocupación de que no me robasen o se perdiese mi celular. Era algo a lo que aparentemente me había acostumbrado. Estar libre de ella fue revelador.

Oh, cierto. Antes de seguir, debo dejar en claro que no pretendo liderar el Gran Movimiento Anti-Smartphones, ni estoy proponiendo que todo el mundo deseche sus smartphones por Samsungs negro con rojito, que son la plaga tecnológica del nuevo milenio o algo así. Este es mi caso en particular y mis necesidades particulares. Yo soy Jaime Wong y tú eres tú. No todos, como yo, tienen el interés de desconectarse más de internet y vivir sin 3G. No todos, como yo, les despreocupa estar actualizados todo cuanto ocurre en Facebook o Twitter. No todos, como yo, se organizan mejor con lapicero y papel. No todos, como yo, están dispuestos a estar aburridos a propósito.

Sin embargo, al igual que muchos, tengo necesidades que el iPhone proveía y que he necesitado reemplazar.

Por ejemplo, mi calendario. Es cierto, no tengo una agenda ocupadísima ni impredecible, pero sí suficientes eventos imperdibles que me hacen necesario mantener una agenda/calendario de algún tipo. Al principio me las arreglé con Google Calendar (mi calendario del iPhone estaba sincronizado allí) y mi Circa PDA, pero he terminado migrando a una agenda de papel. WHOA! Ya escribiré más ampliamente al respecto en otro momento.

Una de las aplicaciones que más he usado han sido las Notas. Yep, con su horrible fuente Marker Felt. Algunas personas piensan hablando, yo pienso escribiendo. El reemplazo actual es mi cuaderno Circa, pero debo reconocer que es distinto. En el iPhone tecleaba casi a la misma velocidad con que pienso y podía reordenar mis ideas. En papel me demoro en escribir, lo cual tiene ciertas ventajas (puedo dibujar). Es distinto, pero siento que en el iPhone era mejor. Consecuentemente, no escribo tanto como en el iPhone.

Otro uso crítico de mi iPhone era Momento app, donde llevaba mi diario. Ha sido fácil trasladarlo a la PC, donde igualmente exportaba todo lo que escribía en Momento. Echo de menos la vista del Mes donde podía ver los días que había escrito. Podría hacer un script que genere lo mismo, pero este es el caso donde los detalles visuales hacen una enorme diferencia. Momento era elegante y atractivo de usar. Echo de menos esa experiencia.

Tengo varias canciones que, lastimosamente, solo puedo escuchar en la PC con iTunes, dado que tiene el DRM de iTunes Store. No es tan grave. De hecho, ahora escucho radio en el celular Samsung (Radio Oxígeno, FTW!).

Lo que más me cuesta reemplazar es Instapaper. Sigo usando el servicio web porque es excelente. Mi problema es cómo leer mi cola de pendientes cuando no estoy en la PC. He venido usando DSLibris, un lector de ebooks para el Nintendo DS que puede leer ePubs (que Instapaper genera) o un muy estricto XHTML. Tengo un script a medias para convertir el HTML de Instapaper en XHTML, pero nunca tuve tiempo de acabarlo. Traté de resucitar mi N810 pero se me mueren las baterías. Recién acabo de desempolvar mi viejo Palm IIIx para usarlo con Plucker, como antes. Hay mucho que tengo que hacer a mano para meter el contenido de Instapaper a la Palm, eso significa muchos scripts por escribir. Instapaper era una solución muy elegante.

Finalmente, lo que no he podido reemplazar en absoluto ha sido el podómetro (i.e. para medir los pasos). Mi ejercicio matutino era trotar y el feedback es importantísimo. Al principio terminaba agotado a los pocos minutos, con menos de cien pasos. Antes de averiarse mi iPhone corría ocho minutos sin siquiera sudar, haciendo cerca de mil pasos.
Cuando se malogró mi iPhone seguí haciendo mis ejercicios midiendo el tiempo, pero no era lo mismo. No había un número concreto que midiese mi progreso. Fui perdiendo el interés, llegó el invierno y dejé de hacer ejercicio en las mañanas, parcialmente cubierto con las veces que cargo a Michelle para hacerla dormir. Estoy seguro que si hubiese medido esos pasos, tendría muchos kilómetros acumulados. :)
Comprar un podómetro de verdad no es una opción. Aún no he decidido qué hacer, pero necesito volver a hacer ejercicio y con un feedback motivador.

Esas son las cosas más importantes. No jugaba mucho en el iPhone, para eso tengo el Nintendo DS. Mi iPhone era un obsoleto iPhone 3G (cuando el celular más moderno era el iPhone 4S), así que igual no tenía más aplicaciones o juegos para comprar.

He descartado el plan de comprar un iPod Touch para comprar un iPad Mini. Luego de ver al hijito de mi primo jugar con uno y aprender tantas cosas me convencí de inmediato que sería un beneficio educativo enorme para Michelle. Eso solucionaría el problema de Instapaper de la mejor manera.

Ahora, sobre el podómetro, ¿qué tan ridículo será trotar con un iPad colgando del cuello?

Circa PDA

Mi PDA ideal sigue siendo papel y lapicero. La última vez que hablé de mi sistema dije que usaba una libreta, pero luego la cambié por un Hipster PDA y ahora un Circa PDA.

El Hipster PDA funcionaba bastante bien salvo algunas incomodidades. Por ejemplo, siempre escribo mis tareas del día en la primera hoja, pero cuando quiero renovar esa hoja, se desarma todo en mis manos y necesito hacer malabares. Nada elegante.
Por otro lado, se maltrata mucho en el bolsillo y todas las esquinas se hacen orejas. Mi Hipster PDA termina hecho un fajo gastado de papeles.

Decidí nuevamente usar los tres discos Circa que me quedaban para hacer mi propio Circa PDA. El Circa PDA original que vendía Levenger usaba discos de 1/2″ — los que tengo son más grandes, de 3/4″. Pensé que serían inapropiados para una libreta de bolsillo, pero no es gran problema. Cuando tengo un bolsillo en la camisa o polo lo llevo allí para mayor accesibilidad. El único detalle es que no son óptimos para una libreta de pocas hojas.

El truco del sistema Circa es tener cubiertas gruesas. Recorté y perforé un folio de plástico duro dejando un amplio margen como el original. Eso soluciona el problema de las esquinas dobladas. Es un diseño bien pensado.

Me gusta este PDA. Es más duradero, presentable y elegante. Tengo todas las ventajas del sistema Circa: poner y sacar hojas suavemente o agregarlas a mi cuaderno. Las hojas dan la vuelta por completo y puedo usar el papel que quiera.

Recientemente tuve una desagradable sorpresa, uno de los discos se salió, aparentemente al sacar otra cosa de mi bolsillo. No estoy seguro cómo sucedió — simplemente el disco ya no está. Nunca imaginé esa posibilidad. Mi primera intención fue migrar a otro sistema de libreta, quizás un minicuaderno engrampado, pero era un fastidio porque no cuento con tiempo ni ganas de volver a buscar otra solución igual de elegante al problema. ¡Se suponía que esto era ya un problema resuelto! Luego de probar algunos prototipos de libretas sacrifiqué un disco de mi cuaderno Circa.

Mi cuaderno Levenger Circa

Durante un buen tiempo mi cuaderno fue un pioner (three-ring binder) tamaño A5. Me gustaba la versatilidad de sacar e intercambiar hojas. Mi hermano mayor los había usado para la universidad y yo pasé a heredarlos. Lo usaba para organizarme, tomar notas en la iglesia, en el trabajo y, por supuesto, para dibujar.

Mamá tenía varios paquetes de hojas cuadriculadas de repuesto de la marca Atlas. Pronto las hojas de repuesto empezaron a terminarse y Mamá consiguió que me recorten y perforen hojas de repuesto en una imprenta — una cantidad gigantesca. Ya han pasado varios años y todavía me quedan muchas hojas en la caja. Me cortaron y perforaron hojas cuadriculadas, bond blanco y bond de colores. No estoy seguro de qué tamaño son, pero no son A5, probablemente sean la mitad de hojas tamaño Carta. Es un misterio.
Tiempo después en una librería encontré un perforador marca Artesco que perforaba hasta cuatro huecos y era ajustable. Lo fijé al tamaño exacto de mi binder y me encantó la idea de poder perforar cualquier documento o papel para agregarlo a mi cuaderno.

Me gustaba personalizar mi binder, imprimiendo imágenes de la web como portadas, usando hojas de colores y Post-Its como etiquetas para dividir mi cuaderno en secciones (To-Dos, Proyectos Personales, Música, Braindumps, etc). Me hice plantillas que imprimía en las hojas, tomando algunas del DIY Planner. Perforé un sobre para usarlo de bolsillo, y de paso un bolsillo de CD (que jamás usé). Entré en la fiebre de la productividad en papel.

Pero el binder tenía sus desventajas. Debido al tamaño de los aros, es grueso, voluminoso e incómodo de transportar. Abrir los aros para cambiar las hojas también era un poco fastidioso, pues hay que hacer fuerza. Era un poco ruidoso abrirlo en una prédica de la iglesia. No podía escribir cómodamente hasta el borde en las hojas de la izquierda porque me lo impedían los aros. Las hojas se rompían con algún movimiento brusco y tenía que reforzar los huecos. A pesar de todos estos inconvenientes valía la pena usar el binder por la facilidad de sacar y meter hojas.

En algún site de productividad conocí el sistema de Levenger Circa. Su sistema de encuadernación consiste en discos de plástico y un tipo especial de perforación en las hojas. El concepto se llama “Disc Binding” y es muy similar al binder, excepto que no tiene aros de metal difíciles de abrir ni tampoco es voluminoso. Al igual que un cuaderno de espiral, las hojas pueden dar la vuelta completa. Es, en otras palabras, la solución perfecta a lo que estaba buscando.

Debido a que los cuadernos y hojas de Levenger son caros y no disponibles aquí en Perú, no eran una opción que consideraba seriamente. Traté de hacerme mi propio cuaderno usando aros de llaveros. El resultado fue desastrozo, haha (y terminaron doliéndome los dedos). Con frecuencia volvía al sitio web de Levenger admirando sus productos y copiando algunas de sus hojas como plantillas para mi binder. A pesar de ver las fotos y videos aún no estaba seguro de entender bien el binding.
En una increíble coincidencia, ordenando mis cosas encontré un papel que Mike (un muy querido hermano en Cristo de Estados Unidos) me había entregado en el Campamento de Niños y me sorprendí al ver que ¡era una hoja perforada Circa! Le mandé un mail a Mike para preguntarle cómo era el sistema, pero no me contestó.

Al no tener respuesta y no aguantarme, pregunté en Ask Metafilter si el sistema era tan solamente en los discos, la perforación y nada más; o si había alguna pieza que mantuviese el cuaderno unido (ya que mi encuadernación con aros resultó eclenque) y que de repente yo no distinguía en las fotos. En resumen: si me compraba los discos y el perforador, ¿podía hacerme mi propio cuaderno Circa?

Las respuestas fueron que sí, los discos y la perforación lo eran todo. Entonces otro Mefite me hizo una sugerencia decisiva: Levenger Circa vende un “Circa Simply Irresistible Sampling Kit,” un paquete con varias hojas de muestra, discos y cubiertas para armar un cuaderno grande que costaba $40, y también — y este es el detalle clave — una Tarjeta de Regalo por $40.

“Podrías ordenar eso, esperar que llegue y usar los $40 para comprar el perforador.”

¡Qué buena idea!

El perforador costaba algo de $72 (yep, caro, es una pieza de lujo, excelentemente construida, de metal, tan pesada que podría usarla como arma). Le volví a escribir a Mike, preguntándole si podría comprar el Sampling Kit y luego el perforador con la Tarjeta de Regalo; yo se lo pagaría todo después. Entonces Mike me contestó que no me preocupe, que me lo compraría todo como gesto de agradecimiento. ¡OH, WOW! ¡Qué genial, qué genial! ¡Creo que nunca podré terminar de agradecérselo!

Tras una espera de varios meses, mi cuaderno Circa llegó. Mi Sampling Kit llegó distinto al listado en el website de Levenger, pero ya estaba avisado que, debido a stock, ellos estaban en la libertad de sustituir muestras para agilizar la entrega de los Kits.

Un detalle importante para el “funcionamiento” adecuado del cuaderno es que las hojas de Levenger son gruesas (90 gsm). Probé usar las hojas cuadriculadas de respuesto de mi binder, pero el papel era muy delgado y se rompían fácilmente con la perforación. Las hojas se trababan, se rompían y no se podía usar. Probé perforar hojas bond (también repuestos perforados para mi binder) que eran más gruesas y funcionaron mucho mejor. Pensé en comprar papel más grueso, pero resistí ese impulso porque me pareció un desperdicio no usar las hojas de repuesto de mi binder, de las cuales tenía (y sigo teniendo) un montón por usar.

Suficientes palabras, ¡queremos las fotos!

Me gusta probar distintos tipos de papeles. En la foto anterior arranqué las hojas de una vieja agenda y la recorté al tamaño adecuado.

En el trabajo de Thalía compraron un papel grueso para envolver obsequios. Thalía me guardó algunos sobrantes sabiendo que me gustaría usarlos para dibujar. Los usé para dibujar mi Journal Comic.

En la lista de compras futuras tengo más discos para que Thalía tenga su propio cuaderno y para tener uno de archivo con las hojas que ya no caben en mi cuaderno actual.

Soy un muy feliz dueño y fan de Levenger Circa. Altamente recomendado.