Mis impresiones sobre mi tableta Wacom
Sergio me preguntó sobre mi tableta Wacom en los comentarios de un post previo. Contesto con otro post por si otras personas encuentra útil estas observaciones.
Yo tengo una Wacom Graphire3 4×5, es el modelo más chiquito y el más barato. ;) Ha sido una de las mejores inversiones que he hecho. La ventaja de poder dibujar directamente en la PC es inmensa. Para hacer retoques o ligeros arreglos, aún a lápices escaneados, es un salvavidas. La velocidad, flexibilidad y ventajas que obtienes lo hacen una buena inversión. Puedes trabajar más rápido. La tableta se paga por sí sola.
Mi Wacom me vino con el Photoshop Elements 2.0 y el Painter Essentials. Ambos son paquetes reducidos, pero son suficientes para lo que hago. Con el Photoshop completo y un Painter IX la haces grande. Soy un hobbyist, no dibujo profesionalmente, pero he usado la tableta para diseños web, dibujos para mi iglesia y para mi blog de dibujos, Retrazos. Ah, ¡y es genial para jugar Wire Hang Redux! :D
Al principio hay que acostumbrarse a dibujar, ya que tienes que estar mirando el monitor, pero no es nada complicado. En unas horas te acostumbras. Algo importante: la superficie de la tableta es diferente a la de un papel. El papel ofrece cierta resistencia y textura que la tableta no tiene, ya que es de plástico.
Algunos artistas colocan un papel encima de la tableta y dibujan, logrando obtener el feeling deseado, pero la punta del lápiz se gasta más rápidamente. En los USA venden las puntas («nibs»), pero como conseguirlas aquí es difícil, prefiero no usar el truco del papel. O bien dibujo con la tableta o dibujo en papel y luego escaneo y continúo.
Nunca he probado una Intuos ni otra tableta, así que no tengo un punto de referencia. He leído muchos comentarios que hay una diferencia notable entre la Graphire y la Intuos, hablando con desdén de la Graphire. La Intuos tiene mayor sensibilidad y botones en la tableta — esas dos cosas son compensables. Pero la Intuos detecta también la inclinación del lápiz, lo cual permite mayor realismo con las brochas (cambian de dirección). Eso es demasiado complicado de emular con la Graphire.
La decisión depende mucho del uso que le vas a dar (aparte del presupuesto, obviamente). Si, por ejemplo, trabajas mayormente con vectores, la presión y la inclinación («tilt») de la brocha no te van a reportar mucha ventaja. Pero si quieres simular brochas naturales y hacer pintura digital, la Intuos sería mejor decisión.
Tampoco he podido probar una tableta más grande. Nuevamente, he leído comentarios que el tamaño también es notable (aunque quizás no tanto como las otras dos características de la Intuos). Al parecer la regla universal en cuanto a tabletas es: más es mejor. :) Más dinero también, pero estoy convencido que son muy buenas inversiones.
Sergio, si caes por Ica o viajo a Lima (ya en el 2007), podemos encontrarnos y llevo mi tableta para que la pruebes. Difícilmente te arrepentirás de comprar una. Wacom es una excelente compañía y sus tabletas son de primera calidad, aún la Graphire que es básica.
Todos pueden aprender a dibujar (en serio)
Una de las cosas más fenomenales que Dios me ha permitido aprender y cultivar es el dibujo. Es genial poder expresarse libremente a través de dibujos, líneas y trazos. La sola idea de imaginarse algo y plasmarlo en un papel es muchas veces satisfactorio. Y gracias a Internet he conocido artistas impresionantes y he aprendido muchas cosas también que difícilmente habría podido aprender por otro medio.
En una ocasión estaba conversando con un amigo en mi oficina. El vió un dibujo que había hecho en un cuaderno y me preguntó, «¿Cómo haces para dibujar?» Procedió a copiar el dibujo sin mucho éxito. Luego conversamos cortamente que el saber dibujar es algo innato, que algunos nacen sabiendo y otros jamás podrán hacer una línea recta en toda su existencia.
Lo cual es mentira. Todos pueden dibujar.
«Oh, por favor, Jaime,» dirá alguno. «No te imaginas lo terrible que son mis intentos de dibujo. ¡Ni siquiera podía copiar las pinturas rupestres en el colegio!»
Les aseguro que pueden aprender a dibujar. Es en serio. De verdad. Tengo evidencia de que sí se puede y se los voy a mostrar.
Aquí.
Quiero que observen detenidamente ese dibujo. Es un retrato. Bueno, es vagamente un retrato. Si me cruzara con la persona representada es un poquito improbable que me detenga y diga, «Hey, te he visto en algún lado.»
Ahora quiero que miren este otro dibujo. Aquí.
Caramba, ¡ese sí es un retrato! Facciones reconocibles, proporciones bien cuidadas, ¡qué linda sonrisa! Toda la inocencia de un niño. ¿Te gustaría poder dibujar así? Seguro que sí, ¿verdad? Pues bien, te diré un secreto.
Ambos dibujos fueron hechos por la misma persona.
El primero fue hecho antes de tomar un curso de dibujo, para ser testigos del «Antes» y el «Después» del aprendizaje. La diferencia es a todas luces impresionante.
El curso duró solo una semana.
Ahora, si te ofrecieran un curso de sólo una semana que podría cambiar así de radicalmente tu habilidad de dibujar, ¿lo tomarías? Ah, te preguntarás cuánto costará tan fabuloso curso, y la verdad es que no lo sé. Las imágenes que les acabo de mostrar provienen de un libro que comenta estas cosas. El libro se llama «Secrets to Drawing Realistic Faces» («Secretos para Dibujar Rostros Realistas») y cuesta alrededor de $16 en Amazon. La autora del libro hace dibujos para la policía, dibujando rostros en base a las descripciones que hacen las personas a fin de capturar a malhechores de quienes no hay evidencia fotográfica. Ella imparte estos cursos para personal de la policía y otras personas más, incluyendo niños.
Este libro me enseñó muchas cosas. Si buscan un poco por Amazon y Google verán que todos hablan y recomiendan altamente este libro y yo no soy la excepción.
Quisiera poder compartirles lo que he aprendido, pero lo más probable es que termine transcribiendo todo el libro. Sólo me limitaré a comentarles algunas cosas que encontré muy instructivas. Sé que hay otros libros muy buenos con otros métodos, pero es el único que tengo por el momento y es realmente bueno.
¿Por qué algunas personas pueden dibujar y otras no?
Esta es una pregunta muy interesante. Algunas personas parecen dibujar con facilidad cualquier cosa — pero esto no es del todo cierto. Exceptuando aquellas que han seguido estudios formales (o profundizado autodidácticamente), estas personas con «habilidad innata» no siempre pueden dibujar cualquier cosa.
– Pueden dibujar muy bien una flor, pero no pueden dibujar un caballo.
– Pueden dibujar un perro y un gato, pero no pueden dibujar una pistola.
– Copian muy bien a Garfield y sus amigos, pero no pueden dibujar una bicicleta o un automóvil.
– Te dibujan una caricatura extremadamente hilarante del profesor, pero tienen dificultades con las manos.
¿Qué significa esto? Que el concepto de «algunas personas pueden dibujar bien y otras no» es errado. Aún las personas que dibujan bien tienen sus áreas débiles donde dibujan con la aptitud de una persona que «no sabe dibujar.»
La clave a todo esto empieza con una premisa muy sencilla: saber dibujar es saber observar.
Mira cómo observo
Algunos afirman que el dibujo se trata de cierta coordinación ojo-mano, pero esa destreza la puede desarrollar cualquiera, como lo es aprender a mover el mouse de la computadora o pelar papas. No, saber dibujar es saber observar lo que tienes delante tuyo y plasmarlo en un papel. Del mismo modo, no saber dibujar es no saber observar.
Noten esto:

El dibujo hecho en base al modelo real del ojo es, a todas luces, incompleto. La persona que hizo este dibujo tenía toda la información necesaria para dibujar el ojo, pero el resultado no fue el esperado. El primer obstáculo que le impide hacerlo es no saber observar.
Percibiendo Percepciones
El segundo obstáculo es lo que llamamos percepciones. Miren esto:

Nuestro cerebro conoce ya la forma de la letra «A» y nos informa que es, simplemente, varias letras «A.» Lo notable es que esta letra está representada con fuentes diferentes, pero aún así reconocemos que se trata de la «A.» Nuestro cerebro reconoce la forma en base a una percepción, un patrón almacenado en nuestra memoria. Esto es importante: el cerebro no evalúa cada forma, cada curva y línea para luego discernir, «Es una A.» Le bastan ciertas formas básicas para hacerlo. De lo contrario, tendríamos que volver a aprender cada letra cada vez que la veamos.
Probemos un ejercicio interesante, quiero que observen la siguiente palabra y NO lean lo que dice. Sólo quiero que observen cada forma y curva como si fuesen manchas en el papel. NO LEAN LO QUE DICE.

Imposible, ¿verdad? Ese es el poder de la percepción. Nuestro cerebro no puede evitar reconocer la palabra y notificárnosla. «Elefante, Elefante,» nos dice. Otra cosa curiosa es que nuestro cerebro no lee letra por letra sino que observa la palabra entera y reconoce el patrón «Elefante.» Pero no vamos a profundizar más, ya hemos visto suficiente. ;)
Entonces, el segundo obstáculo para poder dibujar bien es la percepción.
¿Cómo es esto un obstáculo? Cada uno de nosotros tiene un gigantesco conjunto de percepciones sobre el mundo que nos rodea. La letra «A» es uno de ellos, como lo es la palabra «Elefante,» el rostro de tu mejor amigo o un logotipo famoso. Mientras mejor y más detallada sea nuestra percepción, mejor podremos dibujar. Una mala percepción nos impide poder dibujar bien.
Si volvemos a observar el dibujo del ojo, el dibujante estuvo impedido de poder trazar un ojo realista porque lo único que dibujó fue la percepción grabada que tenía de un ojo. Es una simplificación donde se conoce que hay un iris dentro de un ojo y una ceja encima, pero la forma, proporciones y detalles se encuentran ausentes — y aún teniendo toda la información necesaria a plena vista, la falta de observación hace que el resultado sea un mal dibujo.

Percepciones comunes de Ojos, Narices y Boca
Ahora ya conocemos los dos motivos principales. Para aprender a dibujar tenemos que hacer entonces dos cosas:
1) Aprender a observar correctamente
2) Reemplazar las percepciones antiguas por nuevas, más precisas
Hacer esto es más difícil que lo que suena. No se puede simplemente «observar bien» y mágicamente dibujar como un maestro. Toma tiempo, pero no es tanto tiempo como imaginas. En serio. Obviamente, mientras más tiempo le dediques, más vas a aprender. La principal dificultad para poder observar bien es que hay demasiada información, y nuestro cerebro no sabe por dónde empezar. Las percepciones se irán reemplazando solas mientras vayamos observando y captando la verdadera forma de lo que nos rodea.
Como todo en la vida, todo mejora con la práctica. Hay que ser bastante dedicados. Nunca es tarde para aprender, así tengas 21 o 50 años. Que tu edad no te limite, simplemente coge un lápiz e inténtalo. Será un poco frustrante al principio, como lo es aprender a manejar la bicicleta, pero poco a poco se va cogiendo práctica.
Si tienes hijos, la mejor forma para que aprendan a dibujar es que quieran hacerlo. Estimúlalos a dibujar a sus personajes favoritos, a copiar las cosas que ven, a pintar con témperas, plumones, lo que esté a la mano. Si conoces a alguien que sepa dibujar, pídele que les enseñe. Los niños buscan un rol a seguir, un ejemplo para imitar. Si ven a una persona que dibuja bien, es probable que también se animen a intentarlo. Nunca los obligues, y si no muestran mucho interés, está bien.
Y no olviden divertirse. :)

Ilustración para el Noveno Aniversario de PLUG
Esta es una ilustración que hice para el díptico que se entrega hoy en el Noveno Aniversario del PLUG.

Más detalles en el Sketchblog de Dibujemos.com.
¡Y Bonus Points para el primero que encuentre el huevo de pascua! :)
Mis historietas que hacía y Dragon Kids
Ordenando un poco mi cuarto (y repito, un poco) me puse a hojear mi folder con dibujos viejos que tenía y la caja de pizza donde guardo mis historietas que hacía hace años.
Ahora que vuelvo a leer cada una de esas historias me sorprendo de haber sido tan prolífico. He dibujado bastante y tengo muchas historietas sin terminar, aunque con varios episodios completos. Me resulta sorprendente mirar mi pasado y ver que producía tanto… contrasta mucho con el día de hoy donde no dibujo ninguna historieta.
Me he puesto a pensar seriamente en el por qué. Revisando mis historietas veo algunas que datan desde el 91 (!!!). No considero que haya producido más por haber tenido más tiempo, ya que estudiaba en el colegio.
Pensando un poco y viendo todo el material dibujado, creo que un motivo importante es que antes dibujaba sin mayor cuidado ni planificación. Por eso es que muchas historias son bien tontas.
Solía dibujar a lapicero, y era bastante común que arruinara un cuadro. Hoy le doy al lápiz y al undo del Photoshop y creo que ese es un factor importante que ha reducido mi producción: la perfección. Pienso que me estoy cuidando mucho por hacer una buena historia que al final simplemente no hago nada. Prefiero aplazarlo al futuro perfecto que hacerlo ya y ver que no está saliendo del todo bien, o que me falta pensar bien ciertos detalles de la historia.
Antes simplemente dibujaba y ya. No sabía ni cómo dibujar un caballo, pero allí estaba algo que parecía un caballo.
Dragon Kids
Mirando mis historietas me encontré con esta «serie» que inventé. Como la mayoría, uno de los primeros animes que conocí fue Dragon Ball Z. A diferencia de la mayoría, yo lo conocí por lo menos un año antes que llegase a la televisión nacional por cortesía de mi estimado pataza Edgar.
Como la mayoría, también me hice una serie inspirada en DBZ, sólo que cuando creé mi serie no había visto la parte de los Super Saiya — de modo que mi serie, titulada «Dragon Kids» era más artes marciales que superpoderes, rayos y bolas de energía.
La historia es, si recuerdo bien, sobre dos gemelos poderosos que, bajo el mando de alguien todavía más poderoso, liberaban fuerzas y entes oscuros. Estos dos gemelos eran igualados por el Maestro Dragón, quien fue lisiado gravemente de los pies en combate con ellos.
Entonces el Maestro Dragón reunió en secreto a un numeroso grupo de discípulos para enseñarles artes marciales y así poder detener a estos gemelos (de allí el nombre de «Dragon Kids»). Dicho en otras palabras, cantidad antes que calidad — aunque habían discípulos que sobresalían como Jim y Locust (protagonistas y rivales).
Llega el momento en el que los gemelos encuentran el refugio secreto del maestro, lo atacan y lo derrotan sin mucha dificultad (hey, estaba lisiado). Se sorprenden al ver a todos los discípulos quienes estaban instruídos de escapar si su entrenamiento no había terminado. El plan de escape salió muy, muy mal — varios se perdieron, otros fueron muertos.

En la parte superior está Daneel, el Maestro Dragón y el gemelo Overlord. Siguen Jim, Locust, Dack, Jet, Daneel, Harpoon, Countdown, Denisse, Harmony, el gemelo Thunderdome, Scott, Mary Ann y Wing. Whew!
La historia es larga, supuestamente pasan bastantes bastantes episodios para derrotar a los gemelos y siguen varias fuerzas del mal haaaaaaaaaaasta derrotar al Gran Malo que quién será, no lo sé, nunca llegué a pensar en esa parte de la historia. Jim cae enfermo y la esperanza se apoya en el hijo de Jim y Countdown… pero resulta ser una niña. Hasta allí me quedé y en algún momento perdí el interés.
Algunas cosas bastante notables de esta serie fue que inventé un montón de personajes. Era como si crear personajes fuese el propósito de la serie y no contar una historia en sí. Cada vez que me sentaba a dibujar a los personajes por allí salía un tipo nuevo o una tipa nueva y me gustaba ponerles nombres, buscar nombres imaginativos.
Lo segundo resaltante es que dibujé personajes y pedazos de la historia de Dragon Kids durante años. Tengo las primeras historietas que hice de ellos (¡en papel cuadriculado!), pero no tienen fecha. :( Otras historietas mucho mas avanzadas sí tienen fecha y datan el 96 (¡hace diez años!).
Lo notable es la progresión y cambio de mi estilo de dibujo durante ese tiempo.

Jim, en tres historietas, períodos y estilos de dibujo diferentes
Lo tercero resaltante es que, dado sus orígenes de Dragon Ball Z, Dragon Kids siempre estuvo en mi cabeza como un dibujo animado. Hice varias animaciones con el típico kinetógrafo (ya sabes, haces dibujitos en el extremo del cuaderno y luego pasas rápido las hojas dando la sensación de movimiento) e inclusive tengo varias hojas de story board del combate contra el último gemelo vivo.
Dado que una historieta no es como un dibujo animado, inventé estos cuadros de animación dentro de la historia. Eran secuencias cortas, mayormente en escenas de combate (noten la fecha):

En su mayoría eran segmentos cortos. Cada vez me fueron gustando más y los segmentos aparecían más veces hasta que en algunas ocasiones los segmentos crecieron hasta ocupar casi una página entera (wow!).
Al volver a leer todo esto debo confesar que me siento impresionado de mí mismo. No es ninguna obra de arte, veo ciertos dibujos y digo «ugh» — ni qué decir de los diálogos. Lo que me sorprende es la cantidad… qué tal imaginación. Es una historia inmensa y hay tantos personajes que hoy me pregunto por dónde se me ha ido filtrando la imaginación.
Espero seguir hablándoles de otras historias que tengo guardadas, porque son parte de mi vida y me traen recuerdos gratos.
Me siento niño otra vez. ¡Yeee! ;)
Y con ustedes: Dibujemos Sketchblog
¿Oh, qué cosa? ¿Es que este gato no puede quedarse tranquilo? ¿Será que hacer proyectos es el deporte del nuevo siglo? ¿O acaso lanzar websites es la alternativa favorita a las noches de insomnio?
Pues no tengo ni la menor idea. Ahora permítanme anunciarles otro proyecto, un «Sketchblog,» es decir, es un weblog de dibujos, donde nos hemos reunido un pequeño grupo de artistas — todos peruanos — para publicar y compartir nuestras obras, dibujos y creaciones con todos ustedes.
La dirección es: www.dibujemos.com/sketchblog
Dibujemos.com (todavía me cuesta creer que nadie haya registrado ese dominio) es oooooootro proyecto, mucho más a largo plazo, que será un portal para la ilustración peruana. Tengo varias ideas en mente pero muy poquito tiempo, así que estoy tomando las cosas con mucha calma, poco sueño y mucha agua (porque el café me pone t-t-t-t-t-tembleque).
Así que, ya saben, pasen la voz a sus amigos, pongan la noticia en su blog y cepíllense los dientes después de comer. ¡Dibujemos!
Mi ilustración para los Derechos del Niño a la Lectura
Hace un mes atrás, la Casa del Arbol hizo un llamado a ilustradores peruanos para participar con dibujos para los 20 Derechos del Niño a la Lectura. Me gustó mucho la iniciativa de este proyecto, ya que la lectura es algo tan descuidado en la educación de nuestros días y hay que hacer lo posible por contribuir a promover este hábito fundamental.
Inicialmente me incliné a escoger el primero que estaba libre, creo que era el Derecho 4. Esa noche le mostré a Mar la página con los derechos y le dije que quería participar. Nos leímos todos los derechos y entonces llegamos al Derecho 19: «Enseñanza óptima de la comprensión lectora por parte de los maestros.»
El derecho dice así:
«Tienes derecho a pensar que la frase u oración más marginal de un texto contiene la idea principal, si a ti te parece; a que las pruebas de comprensión lectora las resuelvan los profesores o, de lo contrario, se arranquen esas páginas.»
Le comenté a Mar cómo este aspecto es importante. Soy profesor de dos clases en mi iglesia, una para niños de 4to a 6to de primaria y otra para adolescentes, y en ambos casos he observado que algunos chicos leen y no entienden bien lo que leen. Los chicos memorizan versículos pero no entienden su significado. Su capacidad de comprensión no es completa y por lo tanto no logran encontrar la idea o respuesta.
Entonces me decidí a cambiar mi elección por este derecho, pues me siento obligado a apoyar este aspecto en la educación de los niños.
Todo empieza con una idea y un bosquejo, que en mi caso por atareado y apurado fue un desgano exactamente así:

Bueno, lo importante era que tenía el concepto en la cabeza. Lo escaneé (no sé para qué realmente) y empecé a dibujar encima. Uso una tableta Wacom Graphire3, la más chiquitita, y el Photoshop Elements 2.0 que viene incluído. Conforme fui dibujando fui añadiendo más ideas, como Papá Oso y una taza. Quise poner una vela a un costado, pero pensando que eso iba a complicar bastante el coloreado después, me decidí poner a un pájaro. Se lo mostré a Mar y ella pensó que era un loro, pero le dije que era un «pájaro tropical.» :) Me gusta mucho la expresión que tiene, es como si prestase más atención que el niño a la explicación de la Mamá.

Luego hice un par de arreglos más: que las orejas de Mamá Osa sean más chicas para resaltar su femeninidad, cambié la taza por una jarra de miel («¡No comas miel mientras lees!») y cambié la mesa por, eh, otro tipo de mesa más osezno. :)

Luego de eso, ¡a colorear!

En el proceso de coloreado me puse a experimentar una técnica que me explicó Christian Rosado, usando la herramienta «Smudge.» Hace tiempo intenté hacer lo mismo con Gimp, y debo seguir haciéndolo mal porque al final tuve que remitirme a las técnicas que conozco.
Tras muchos arreglos, detalles y ajustes por aquí y por allá, la obra final:

Hagan click sobre la imagen para ver una versión más grande. Hay varios detalles por allí regados, tanto chiquitos como grandes. El hecho de poner a Papá Oso, por ejemplo, es mi manera de decir que a los varones como Papás nos toca proveer a nuestros hijos de libros interesantes, de diversos temas y que estén todos a su alcance. Hay que cuidar la biblioteca, que no sólo es el estante oficial en la sala, sino también los periódicos y revistas que compramos — ¿qué portadas tienen? ¿Cuál es su contenido, y es bueno?
Los libros sobre los que está parado el pájaro tropical dicen: «Narnia,» «Alicia en el País de las Maravillas» y «See you Later,» hehehe. ;)
En el texto del libro abierto hay un «:)», el símbolo pi y una silueta de Pucca. Hay otros detalles más, pero me los reservo.
Cada vez que miro el dibujo me dan ganas de ajustar cierto detalle, pero ¡alto! Hay que saber cuándo detenerse. Hay muchas cosas que me gustaría cambiar… me gustaría hacerle un fondo, una casita dentro de un árbol y muchas cosas detrás de los osos, pero lastimosamente el tiempo es tiempo y, a pesar que estoy entregando un día antes de la fecha final (¡milagro!), hay que detenerse en algún momento.
Me muero de ganas por ver el trabajo de los demás artistas. Me he divertido mucho haciendo esto… y me he preocupado mucho también. :) Da bastante satisfacción decir «Tarea cumplida.»
Así que ya saben Papis, apaguen esa tele y ayuden a sus hijos a comprender lo que leen.