Translation, please

Ultimamente hemos estado recibiendo visita de creyentes del extranjero que vinieron a apoyar con la reconstrucción del Campamento. Según entiendo por lo que ellos cuentan y también por lo que leo en otros lados, es factible para ellos decidir o separar cierta fecha de vacaciones y usarlo para apoyar en la obra o participar en algún ministerio. Aquí en Perú, con la inestabilidad laboral no tenemos esa facilidad ni flexibilidad. Ellos separan tanto su tiempo como dinero para apoyar en lo que puedan y algunos decidieron hacerlo viniéndose a Perú, a Ica específicamente, para ayudar.

Aunque hemos tenido el privilegio de recibir visitas en casa, nunca se pierde esa maravillosa sensación de tener frente a tí una persona que nunca has visto antes en tu vida, pero sabes que comparte contigo un vínculo muy estrecho; ambos somos hermanos en Cristo. Es algo digno de ahondar profundamente, quizás en otra oportunidad.

Durante la estadía de cierto grupo que venían de Pennsylvania, Becky me pidió que haga de traductor para las prédicas. No es la primera vez que traduzco una prédica, pero siempre me llena de nerviosismo. He aprendido bastante a descansar esas preocupaciones en el Señor. Si hubiese tenido que hacer esto en años previos no habría podido dormir, habría estado preocupado comentándoselo a todo el mundo, etc. Pero a punta de experiencias y de redescubrir continuamente el «no os afanéis,» he aprendido y sigo aprendiendo a confiar en el Señor.

Me preocupaba por mi concentración. Tengo este defecto de perder la concentración rápidamente. La primera vez que traduje me sorprendí al descubrir la frecuencia con que perdía la concentración pensando en lo que había dicho el predicador o en las palabras que había usado para traducir. Preocuparme por mi falta de concentración hacía que me desconcentrara más.

En esta visita el Sr. Hulshizer, persona ya de edad, hablaba con voz baja y con una pronunciación propia quizás de la edad donde ¡no le entendía casi nada! Cuando lo conocí por primera vez me hablaba y comentaba de varias cosas donde sólo le entendía palabras o frases sueltas. Sabía que tendría que traducir para él y cuando menos me di cuenta ya había estado preocupado sobre el asunto y se lo había comentado a medio mundo.
Vuelta a lo mismo, aprender a despreocuparse. No os afanéis, el Señor tiene el control de todo. Y es que uno tiene la tendencia de mirarse a sí mismo en lugar de mirar al Señor. Es cuando perdemos esa perspectiva, cuando apartamos los ojos de El, cuando uno empieza a hundirse peligrosamente como Pedro en el mar. No depende de mí, sino de El. «Nuestra competencia proviene de Dios.»

Es recién entonces cuando las cosas empiezan a suceder. Empezaba a traducir una frase pronunciada débilmente y la palabra que no había entendido de repente aparecía clara en mi mente en el último instante. Traducir se hace un flujo continuo sin distracciones. Uno vuelve a aprender por enésima vez lo inútil que es preocuparse, que no soy yo, ni tampoco el predicador el centro de todo esto, sino la Palabra de Dios.

Conversando con uno de los creyentes del grupo, comentó, «Me vino a la mente que eso es lo que debemos de hacer nosotros: hablar la Palabra de Dios.» Cuántas veces hemos hablado palabras nuestras en lugar de hablar lo que dice Dios, como un traductor que meramente repite el mensaje dicho por el Maestro. Mi hermano recientemente me había enseñado lo mismo; no hablar de nuestras propias palabras sino lo que dice la Biblia. Cuando el Señor fue tentado, citó lo dicho en las Escrituras.
Como mensajeros de Dios no debemos tergiversar el mensaje o cambiarlo a nuestra conveniencia, sino decir lo que Dios dice. A veces lo que decimos nos cae a nosotros mismos — por eso es una espada de dos filos, corta en ambos sentidos.

Es un privilegio y un gozo poder usar este conocimiento de inglés al servicio del Señor. He aprendido muchas cosas interesantes («singer» me suena muy similar a «sinner»), palabras nuevas («forerunner» significa «precursor») y que es inútil tratar de traducir expresiones que no existen en español («this is where the rubber meets the road»). Doy muchas gracias a todas las personas que estuvieron orando. La mejor traducción es pasar desapercibido para que las personas puedan escuchar lo que Dios dice.

Que la gloria sea toda para el Señor.

William MacDonald con el Señor

Acaba de llegarme la noticia que William MacDonald pasó a la presencia del Señor ayer 25 a las 9:20pm. Autor reconocido de muy buenos libros y excelente orador, tuvo problemas de salud con su riñón. Finalmente está con su Señor, descansando.

Actualmente estoy leyendo «The Disciple’s Manual.» A Stevens le presté mi única copia de «En Pos de Sombras» y lo encontró muy edificativo. Sus libros son difíciles de conseguir en Ica.

Hace veinte años atrás MacDonald estuvo de visita aquí en mi casa. Recuerdo poquísimo de ello, mi hermano mayor era quien hablaba más con él. Gracias a su legado nunca será olvidado. Un verdadero ejemplo y siervo del Señor.

¿Sabes qué es la Navidad?

Les dejo un coro que cantamos en nuestra iglesia sobre el verdadero significado de la Navidad. Feliz Navidad a todos.

¿Sabes qué es la Navidad?
No son los regalos que nos dan
envueltitos muy, muy bien
en papel de celofán.

No es el árbol ni el panetón,
ni los regalitos que pondrás.
No, la Navidad no son
esas cosas y nada más.

Cristo vino al mundo en Navidad,
eso es lo que importa.
Cristo vino al mundo en Navidad,
y eso es lo que importa.

¿Quién es Cristo para tí?
¿Sabes que es el regalo que Dios
a su tiempo lo envió?
Nos lo dio lleno de amor.

Sabes que El quiere entrar
y llenar de paz tu corazón.
Siempre en tí quiere morar
y darte la Navidad.

De traducciones y reevaluaciones

Como habrán notado, he estado ausente y casi desconectado de todo. Estos días han sido llenos, bastantes productivos tanto en las actividades de la iglesia como en el trabajo, así que me tomaré la libertad de hacer un post medio largo como para llenar la ausencia. :)

Vino otra vez el cuñado de Becky, con su esposa y un muchacho llamado Nathanael, desde EEUU. Me pidió que le ayude a traducir los mensajes ya que habla poquísimo español. El primer mensaje estuve nerviosísimo, pero salió bien. Tuve solamente un par de dificultades con algunas palabras y frases. He notado que pierdo la concentración fácilmente, consecuencias quizás de que mi día a día está lleno de interrupciones (Oh, correo nuevo. Oh, alguien me habla por el Gaim. Oh, ya cargó la página web, etc).
Becky me dijo que lo hice «excelente,» y viniendo de ella significa que lo hice realmente bien. :)
El segundo día si tuve más problemas y en aprendí la traducción de «precursor,» que es «forerunner.» Eso ya nunca se me va a olvidar. Como no le entendía, Mike dijo, «Forerunner… it’s mentioned in Hebrews,» lo cual tampoco prendió mi foquito.

Aproveché la oportunidad para invitarlo a compartir un mensaje con los chicos el Jueves. Traducir esa vez fue mucho más relajado porque estaba en confianza con los chicos, en lugar de personas que no conozco. Fue bastante edificativo para todos ellos, acerca del testimonio y nuestras responsabilidades al haber sido comprados por un precio invalorable. Poco a poco fueron haciendo más preguntas y me alegra que les haya ayudado.
Para el cuarto mensaje ya no tuve tantos problemas ya que Mike tocó el mismo tema que compartió con los chicos el Jueves.

Me obsequió tres libros, de los cuales el primero que estoy leyendo y el que me parece absolutamente genial es «The Disciple’s Manual» de William McDonald. Es como una versión extendida de «True Discipleship» (lo encuentran traducido como «Verdadero Discipulado») que, fiel al estilo de McDonald, te presenta las cosas de manera muy sencilla y directa de modo que ya no tienes escapatoria. ;)
Adicionalmente contiene guías para discipular a otras personas, lo cual es exactamente lo que estaba rondando por mi cabeza; el Señor siempre sabe como proveer lo necesario en el momento preciso.

Hay muchas cosas por las que me he ido dejando llevar, y al observar a los chicos ir aprendiendo y dando los mismos pasos por la vida que yo he dado, las cosas toman otra perspectiva. Es como verlos aprender algo que con el pasar de los años aprendiste y, al observarlos cometer los mismos errores o mirar las cosas desde ese mismo ángulo, es iluminante.

Siempre hay cosas por mejorar, pero lo que más me frustra es cuando hago regresiones. No tiene sentido ya molestarse ni lamentarse por el tiempo perdido sino reevaluarlo todo, corregir lo que hay que corregir y volver a la senda correcta.

Los otros libros los he ojeado solamente. Quiero terminar primero con el de McDonald, y creo que voy a tener que darle una segunda leída.

Sobre el trabajo, tuvimos un deadline para el Martes que pasó y estuve trabajando duro. Como reconocimiento por el tiempo extra tengo dos días que puedo tomar como libres. Voy a tomar uno de ellos y el siguiente lo voy a reservar para alguna ocasión que lo necesite.

Ahora tengo mi lista de cosas por hacer llenecita. Ya ni ganas me dan de empezar a hacer todo lo que tengo pendiente. :(

En fin, aquí vamos.

Fin de semana en Cañete

El Domingo que pasó viajé con los chicos a Cañete para el aniversario de la iglesia que se congrega allí. Salimos el Domingo a las 4:10 de la mañana. Fue agotador porque me quedé hasta tarde cenando y conversando con Antonio. No pude dormir mucho en el viaje, asi que estuve como zombie las primeras horas por falta de sueño. Encima, me empezó a fastidiar el estómago (buena con los ravioles).
Ha sido renovador cambiar de escenario, encontrarse con otros creyentes y, por supuesto, escuchar dos muy buenos mensajes a cargo de Freddy y Dan. Ambos me han hecho pensar, y ya tengo anotado en mi To-Do meditar un poco más sobre un enfoque diferente en mi vida.

Por miedo no llevé mi SLR, así que solamente traje conmigo mi vieja Kodak digital. Tomé algunas fotos y Joel tomó otras más.

Toño, durante el viaje de ida.

Joel.

Stevens, Omayra y Carlos.

Josie y Arnolf.

Comprando en el kiosquito.

En la Plaza de Armas.

Una catedral dañada por el sismo. En esos toldos a la mano derecha vendían comida para recaudar fondos para su reconstrucción.

Hacía tiempo que no tomaba fotos con la Kodak. Me resultó difícil hacer un buen frame de la foto de la catedral con el LCD bajo el sol. Estoy ahorrando para comprarme una nueva digital que espero se vea mejor bajo las mismas condiciones.

De regreso en el ómnibus pusieron The League of Extraordinary Gentlemen, así que tengo pendiente un One-Word Movie Review.

Guía: Cómo estudiar mejor

Este es un enlace que de cuando en cuando le alcanzo a algún conocido o amigo que tiene dificultades con sus estudios. Está en inglés (¿ya sabes inglés?) y está escrito de manera práctica. Este es el enlace: How to Study: A brief guide, escrita por William J. Rapaport.

La guía está en constante revisión y mejoras según los comentarios que recibe. Esta es la tabla de contenidos a la fecha:

1. Introducción
2. Administrando tu tiempo
3. Tomar notas en clase o reescribirlas en casa
4. Estudiar los temas difíciles primero y estudiar en un lugar tranquilo
5. Leer textos activamente y lentamente, antes y después de clases
6. Haz tu tarea
7. Estudia para los exámenes
8. Resuelve exámenes
9. Haz investigación y escribe ensayos
10. ¿Realmente tengo que hacer todo esto?
11. ¿Hay otros sitios web que den ayuda para estudiar?

Mi única discrepancia con la guía es la severa prioridad que coloca a los estudios. Para un creyente, hay una escala de prioridades donde los estudios no ocupan nunca el primer lugar. No porque no sean importantes, sino porque hay cosas más importantes y, sobre todo, eternas.

Con todo, es una guía muy útil y práctica. Me gusta mucho que en intervalos incluye una historieta de tiras conocidas como descanso y entretenimiento. Esa es una técnica muy efectiva — enseñar algo haciéndolo divertido.