Cómo arreglar el botón de encendido de Nokia Lumia 520

Recientemente se malogró el botón de encendido/apagado de mi smartphone Nokia Lumia 520. Estaba usándolo con normalidad cuando repentinamente no parecía desbloquearse. Tras repetidos intentos pulsando el botón, se desbloqueó pero nuevamente ya no quería volver a bloquearse. Mi primera reacción fue de frustración, porque comprar un celular nuevo sólo por el hecho de que se averió un botoncito no tiene nada de agradable.

¡La buena noticia es que existe una manera muy fácil de repararlo! Si estás leyendo esto a través de una búsqueda de Google, es necesario determinar si te ocurre la misma falla que me ocurrió a mí.

Primero, retira la carcasa. Como podrás ver en la siguiente foto, el botón o pulsador descansa sobre una placa.

Reparar botón Nokia Lumia 520

Luego, utilizando un clip, empuja delicadamente el pulsador hacia arriba. Si el pulsador está malogrado como el mío, va a levantarse un poco. Eso no debe ocurrir. Si intentas hacer lo mismo en los otros botones verás que no ocurre igual, no se mueven ni un poquito. ¡Mucho cuidado! Lo que queremos hacer es determinar que el pulsador está fallando porque está suelto. Lo que NO queremos hacer es desprenderlo de su sitio. Por eso debes hacerlo delicadamente, sin forzarlo en manera alguna.

Reparar botón Nokia Lumia 520

Si el botón se levanta, entonces sigue leyendo. En caso contrario, me temo que la falla es otra. :(

La solución es muy sencilla: hay que colocar una lámina encima del pulsador para que lo empuje hacia la placa, de modo que permanezca en su sitio y no pierda contacto. Yo utilicé un Post-It doblado en dos porque era lo que tenía más a la mano. Algunos han usado una lámina de plástico o de un blister de pastillas.

Yo lo hice así. Doblé un Post-It y lo corté a casi 5mm de ancho. Luego lo inserté lentamente por encima del pulsador, otra vez sin forzarlo, y sólo unos cuantos milímetros hacia adentro.

Reparar botón Nokia Lumia 520

Usando el clip, probé presionar el botón. En mi caso, funcionó.

Usando unas tijeras, recorté el papel lo más corto que pude. Empujé el papel un poco más hacia adentro para que no sobresalga. Hazlo despacio y con delicadeza.

Reparar botón Nokia Lumia 520

Volví a poner la carcasa y listo, eso es todo. Hasta me parece que el botón se siente más firme nuevamente. ¡Ha quedado como nuevo!

Espero que esta guía te haya sido útil. Si tienes alguna pregunta, deja un comentario y trataré de contestarte según el conocimiento y el tiempo me lo permita.

Hasta luego, Circa PDA

Michelle estuvo jugando con mi Circa PDA y se extravió uno de los discos. Esta es la segunda vez que pierdo un disco y ya le había quitado uno a mi cuaderno. Por el momento no tengo la oportunidad ni el presupuesto para comprar discos de repuesto. En conclusión, hasta luego, Circa PDA.

Lo que me gustaba del Circa PDA era lo elegante que se veía, que podía abrir por completo la libreta y voltear las hojas del todo. Obviamente, la mayor ventaja era ser capaz de agregar, quitar y cambiar de lugar las hojas con el sistema de discos Circa, aunque en estos últimos días que Michelle descubrió dónde lo llevaba, mi libreta ha terminado desarmada y deshojada varias veces. Reordenarlo no es problema porque tengo la costumbre de numerar las hojas, pero era tedioso, sin mencionar el hecho que algunas hojas terminaban arrugadas por sus manitos.

Hablando de numeración, todas las hojas numeradas hacen un total de 329 páginas. Hay otras adicionales sin numerar, que deben ser unas veinte. Todas las he archivado para la posteridad.

En total he usado mi Circa PDA desde el 20 de Noviembre del 2012 hasta el 1ro de de Octubre del 2014.

Me gusta leer las hojas archivadas porque me encuentro con ideas interesantes, dibujos que los veía feos y ahora pienso que no están tan mal, puntajes de juegos en la Reunión de Jóvenes de la iglesia y anotaciones que traen memorias. Me gusta pensar escribiendo, algo que hacía bastante en el Notepad del iPhone. Volver a leer estas hojitas siempre es una experiencia.

He tomado de buen humor la pérdida del disco pues es una excusa para buscar otra libreta. Oh, no se imaginan. Ya me veo deleitándome buscando cuadernos, sistemas de productividad en decenas de blogs, Google Images, Flickr y Pinterest. En parte sí estoy un poco frustrado porque esto era un problema resuelto y necesito volver a tomarme el tiempo de buscar y probar. Con lo indeciso y perfeccionista que soy eso significa que el proceso va a durar varios días con el respectivo decaimiento de productividad.

Adiós, TextDrive

TextDrive ha cesado de existir. Hay muchos sentimientos mezclados y voy a deliberadamente omitir algunos para escribir para la posteridad del TextDrive tal como lo quiero recordar.

Cuando Ruby on Rails se alzaba en popularidad le preguntaron a su creador, David Heinemeier Hansson, «¿Y qué del alojamiento? Hay miles de proveedores que soportan PHP. ¿Cuántos hay de Ruby on Rails?»

David contestó locuazmente, «No necesitas miles, basta con uno.»

TextDrive fue durante un tiempo el proveedor de alojamiento oficial de Ruby on Rails. Inclusive parte de lo que cobraban era donado al proyecto. Cuando empecé a programar con Ruby on Rails y necesitaba un alojamiento que lo soportase, TextDrive fue mi opción. Así fue como los conocí.

La característica más importante de TextDrive era su comunidad. Dudo mucho que encuentre en los foros de otros proveedores la camaradería, amistad y profesionalismo de los TextDrivers. A pesar que participaba muy poco, visitaba a menudo los foros y conocía de nombre a los miembros. Nos ayudábamos, resolvíamos problemas, escribíamos guías y hasta teníamos una suerte de Twitter propio — esta era la época en la que Twitter devolvía Fail Whales con frecuencia.

La fama de TextDrive proviene de su peculiar concepción, recaudando dinero de los usuarios a cambio de cuentas de por vida, mientras la compañía se mantenga con vida. Yo llegué a una de las últimas oportunidades de invertir.

¿Valió la pena? Sí, definitivamente. Si hablamos en términos de dinero, mi inversión se pagó hace varios años atrás. He tenido alojamiento por ocho años en los cuales he contado con un excelente servicio. He conocido a personas muy interesantes y profesionales de quienes he aprendido mucho.
Tener este alojamiento me ha permitido probar, experimentar, lanzar proyectos y experimentos con una enorme libertad. Websites iban y venían. Alojé a amigos gratis. En épocas de vacas flacas, mi correo y websites no eran una preocupación.

Con la llegada de Joyent todo cambió. Jason Hoffman desapareció. Dean Allen trató de rescatarnos, pero su corazón y buenas intenciones no pudieron oponerse a todas las dificultades y problemas que sobrevinieron. Jacques Marneweck es nuestro sacrificado héroe que nos mantuvo a flote a pesar que no tenía la obligación de hacerlo. Es una pena ver que ha llegado a su fin. Me siento triste porque ningún alojamiento me hará sentir parte de sí como TextDrive.

No sólo pertenecíamos a TextDrive sino que, en un sentido muy real, TextDrive nos pertenecía.

C’est la vie. Nada en este mundo es para siempre y, aunque una parte de mí desearía que hubiesen sido veinte y no ocho, han sido bonitos años que voy a recordar con satisfacción.

Dibujemos Portafolio: un Directorio de Ilustradores Peruanos

Hoy he lanzado un nuevo proyecto personal: Dibujemos Portafolio, un directorio donde podrás encontrar ilustradores y artistas peruanos.

Les copio y pego la nota de lanzamiento:

«¿Dónde puedo encontrar un ilustrador para mi proyecto?»
«¿Conoces a alguien que haga dibujos infantiles?»
«Necesito a un artista de cierto estilo en particular. ¿Sabes de alguno?»

La respuesta está en DIBUJEMOS PORTAFOLIO.

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Sin iPhone y feliz

Han pasado cinco meses desde que estoy sin mi iPhone y, contra todo pronóstico, no tengo intenciones de comprar un reemplazo pronto. No compré el iPod Touch que tenía planeado. Mi celular actual es un Samsung sencillo, esos color negro con rojito.

¿Cómo me va? De hecho, bastante bien.

Comenté previamente que tenía la intención de aplazar la compra para hacer un experimento. He leído de personas que dejaron su smartphone por celulares más sencillos y deseaba probar lo mismo. Ya ha pasado tiempo suficiente para escribir mis observaciones.

En los primeros momentos que estuve sin el iPhone, curiosamente, me sentí liberado. Sentí un alivio del que no era del todo consciente, tenía un peso cuya magnitud ignoraba: la preocupación de que no me robasen o se perdiese mi celular. Era algo a lo que aparentemente me había acostumbrado. Estar libre de ella fue revelador.

Oh, cierto. Antes de seguir, debo dejar en claro que no pretendo liderar el Gran Movimiento Anti-Smartphones, ni estoy proponiendo que todo el mundo deseche sus smartphones por Samsungs negro con rojito, que son la plaga tecnológica del nuevo milenio o algo así. Este es mi caso en particular y mis necesidades particulares. Yo soy Jaime Wong y tú eres tú. No todos, como yo, tienen el interés de desconectarse más de internet y vivir sin 3G. No todos, como yo, les despreocupa estar actualizados todo cuanto ocurre en Facebook o Twitter. No todos, como yo, se organizan mejor con lapicero y papel. No todos, como yo, están dispuestos a estar aburridos a propósito.

Sin embargo, al igual que muchos, tengo necesidades que el iPhone proveía y que he necesitado reemplazar.

Por ejemplo, mi calendario. Es cierto, no tengo una agenda ocupadísima ni impredecible, pero sí suficientes eventos imperdibles que me hacen necesario mantener una agenda/calendario de algún tipo. Al principio me las arreglé con Google Calendar (mi calendario del iPhone estaba sincronizado allí) y mi Circa PDA, pero he terminado migrando a una agenda de papel. WHOA! Ya escribiré más ampliamente al respecto en otro momento.

Una de las aplicaciones que más he usado han sido las Notas. Yep, con su horrible fuente Marker Felt. Algunas personas piensan hablando, yo pienso escribiendo. El reemplazo actual es mi cuaderno Circa, pero debo reconocer que es distinto. En el iPhone tecleaba casi a la misma velocidad con que pienso y podía reordenar mis ideas. En papel me demoro en escribir, lo cual tiene ciertas ventajas (puedo dibujar). Es distinto, pero siento que en el iPhone era mejor. Consecuentemente, no escribo tanto como en el iPhone.

Otro uso crítico de mi iPhone era Momento app, donde llevaba mi diario. Ha sido fácil trasladarlo a la PC, donde igualmente exportaba todo lo que escribía en Momento. Echo de menos la vista del Mes donde podía ver los días que había escrito. Podría hacer un script que genere lo mismo, pero este es el caso donde los detalles visuales hacen una enorme diferencia. Momento era elegante y atractivo de usar. Echo de menos esa experiencia.

Tengo varias canciones que, lastimosamente, solo puedo escuchar en la PC con iTunes, dado que tiene el DRM de iTunes Store. No es tan grave. De hecho, ahora escucho radio en el celular Samsung (Radio Oxígeno, FTW!).

Lo que más me cuesta reemplazar es Instapaper. Sigo usando el servicio web porque es excelente. Mi problema es cómo leer mi cola de pendientes cuando no estoy en la PC. He venido usando DSLibris, un lector de ebooks para el Nintendo DS que puede leer ePubs (que Instapaper genera) o un muy estricto XHTML. Tengo un script a medias para convertir el HTML de Instapaper en XHTML, pero nunca tuve tiempo de acabarlo. Traté de resucitar mi N810 pero se me mueren las baterías. Recién acabo de desempolvar mi viejo Palm IIIx para usarlo con Plucker, como antes. Hay mucho que tengo que hacer a mano para meter el contenido de Instapaper a la Palm, eso significa muchos scripts por escribir. Instapaper era una solución muy elegante.

Finalmente, lo que no he podido reemplazar en absoluto ha sido el podómetro (i.e. para medir los pasos). Mi ejercicio matutino era trotar y el feedback es importantísimo. Al principio terminaba agotado a los pocos minutos, con menos de cien pasos. Antes de averiarse mi iPhone corría ocho minutos sin siquiera sudar, haciendo cerca de mil pasos.
Cuando se malogró mi iPhone seguí haciendo mis ejercicios midiendo el tiempo, pero no era lo mismo. No había un número concreto que midiese mi progreso. Fui perdiendo el interés, llegó el invierno y dejé de hacer ejercicio en las mañanas, parcialmente cubierto con las veces que cargo a Michelle para hacerla dormir. Estoy seguro que si hubiese medido esos pasos, tendría muchos kilómetros acumulados. :)
Comprar un podómetro de verdad no es una opción. Aún no he decidido qué hacer, pero necesito volver a hacer ejercicio y con un feedback motivador.

Esas son las cosas más importantes. No jugaba mucho en el iPhone, para eso tengo el Nintendo DS. Mi iPhone era un obsoleto iPhone 3G (cuando el celular más moderno era el iPhone 4S), así que igual no tenía más aplicaciones o juegos para comprar.

He descartado el plan de comprar un iPod Touch para comprar un iPad Mini. Luego de ver al hijito de mi primo jugar con uno y aprender tantas cosas me convencí de inmediato que sería un beneficio educativo enorme para Michelle. Eso solucionaría el problema de Instapaper de la mejor manera.

Ahora, sobre el podómetro, ¿qué tan ridículo será trotar con un iPad colgando del cuello?