Cómo elegir audífonos

Si estás en busca de un nuevo par de audífonos para tu discman, reproductor de MP3s o computadora, es obvio que quieras elegir un buen par con el mejor sonido posible. Para hacer una elección inteligente, sorprender a tus amigos y ser admirado por las chicas, basta conocer una sola cosa: la Frecuencia de Respuesta. Hay otros factores más, pero para un iPod o un walkman, es complicarse la vida innecesariamente.

Todos los audífonos que se precien de ser decentes incluyen esta información en la caja. Por ejemplo, este es el blister de mis audífonos Philips:

La Frecuencia de Respuesta se describe como un rango que se mide en Hercios («Hz»). En mi blister: desde 14 Hz hasta 20,000 Hz. Algunos optan por decir «20 KHz» en lugar de «20,000 Hz.» Estos números describen el rango de frecuencias que los audífonos alcanzan a reproducir.

El primer número es la frecuencia más baja posible. Mientras más bajo sea el número, mejor.

El segundo número es la frecuencia más alta que pueden llegar los audífonos. Mientras más alto sea el número, mejor.

El oído humano puede percibir sonidos desde los 20 Hz hasta los 20,000 Hz (algunos citan 22,000 Hz). Fuera de esos rangos, la diferencia es, en la práctica, inapreciable (al menos audiblemente — hay frecuencias bajas que no se escuchan, pero sí se pueden sentir en el cuerpo).

No vale la pena coger un par de audífonos chinos baratos y curiosear su frecuencia de respuesta. La construcción interna es diferente, lo cual los hace precisamente baratos. Es más seguro irse por los de marca: Aiwa, Sony o Philips y elegir entre ellos.

Otro número importante son los «dB» — que son los decibelios. Simplificando, es una medida de volumen. Mientras más alto los decibelios, más «alto» o más «fuerte» se escucha. Este número es importante porque los audífonos pueden dañarte lentamente los oídos y traerte serios problemas en la posteridad. El límite máximo que frecuentemente rige son los 100 dB. Los 0 dB son el silencio teórico. Cabe mencionar que los decibelios son una medida logarítmica.

Una conversación normal va desde los 60 a 70 dB. El sonido de un restaurante lleno de gente es 85 dB. El ladrido de un perro puede llegar a los 100 dB. Una motosierra, 110 dB. El sonido de un avión despegando va por unos tremendos 140 dB que te dejarían sin oídos. Como regla, a partir de los 125 dB ya se empieza a sentir dolor.

Está de más recalcar que no hay que escuchar música con el volumen demasiado alto. Si estás en tu micro lleno de gente y con la radio del conductor encendida, es probable que ya estés por los 80 u 85 dBs. Si te pones tus audífonos y le subes el volumen al máximo para ahogar todo ese ruido puedes lastimarte seriamente. Hoy día eres joven, pero es cuestión de tiempo para que te pongas viejo y te des con la linda sorpresa que los daños a los oídos son irreversibles.

Si eres de los que hacen eso, prueba bajarte del micro manteniendo el mismo volumen. Recién cuando estés en la calle, quítate los audífonos por un momento, escucha el ambiente y luego vuélvetelos a poner para que te des cuenta del maltrato que te has estado dando en todo el trayecto.

El valor de un nombre de dominio

Uno de los proyectos que tengo es Nicehacks, un directorio de Software Libre. Las actualizaciones no son muy frecuentes dado que ya no soy tan curioso como antes (léase: ya no pierdo el tiempo como antes) ni tampoco tengo la necesidad de resolver tantos problemas o configuraciones como lo hacía antes cuando aprendía de Linux.

Tengo pendiente un rediseño de la portada y estuve considerando dejar por completo el proyecto (léase: reducción de costos), cedérselo a otra persona o darle más amor (all you need is love). Pensando en el rediseño, se me ocurrió ver qué salía al visitar la web de Sweetcode. Dan Egnor me dió su bendición oficial y pensé, «Caramba, ¿por qué no revivir Sweetcode y dejarlo tal como estaba antes de ser abandonado?» Quizás ya no continuaría Nicehacks, pero Sweetcode seguiría siendo Sweetcode.
Así que busqué el formulario para hablar con el dueño y preguntarle «cómo es» para cederme el dominio.

Su respuesta fue, «I would be willing to accept $550 USD for this domain payable via paypal.»

Y ahí murió el payaso. :\

Dear Lazyweb: Necesito fotos de celulares con cámara

Dear Lazyweb,

Tras pedirle a una amiga en dos ocasiones que me envíe una foto desde su celular y tras haber sido choteado ambas veces, recurro a tí, oh benevolente Lazyweb, para que me envíes una foto desde tu celular a uno de estos correos:

mv@jgwong.org si tu celu es Movistar.
cl@jgwong.org si tu celu es Claro.

Necesito una foto de cada tipo. Por favor, no descarguen la foto a su PC, sino envíenmela directamente desde su celular.

¡Gracias!

Twitter: mensajes de error con humor (y gatitos)

Después de ver la cuenta de Nestor Sertzen en Twitter, decidí finalmente probar esta nueva web que está de moda. De paso, Oliver también se anotó, heh.

Mi dirección es: http://twitter.com/jgwong

Para los que aún no conocen Twitter, es un website que te permite publicar mensajes cortos de 140 caracteres a través de su web, vía mensajes SMS o a través de un cliente de chat (GTalk, Jabber, etc). Puedes seguir también las actualizaciones de tus amigos y enterarte qué está sucediendo en sus vidas.
Es como volver al principio de los blogs, «¿A quién le importa saber qué comiste hoy o a dónde has ido?» Lo mismo, sólo que esta vez todos juntos.

Probando Twitter descubrí dos inusuales páginas de error donde ponen imágenes graciosas.

Esta es cuando no se encuentra una página (404):


«Lo siento, perdí tuz ficheroz»

Y esta imagen cuando algo funciona mal (500):


ESPERA. Yo lo arreglo.

Mucho más graciosas que mi 404. :D

Mi nuevo teclado Yamaha PSR E303

Hace ya un par de años atrás me compré un controlador MIDI (un Edirol PCR-30). Fue una excelente compra, pero dos cosas siempre me incomodaron. Primeramente, que tiene 32 teclas (dos octavas y «algo más»). Eso me impedía tocar libremente y explayarme, pero para componer es suficiente, y con menos teclas el tamaño es muy portátil. La segunda cosa que me incomodaba es que es un controlador MIDI, es decir, no produce ningún sonido sino que solamente envía información MIDI a otro aparato (la computadora en mi caso) para que interprete y produzca los sonidos. Léase: si quiero tocar algo tiene que ser con la computadora conectada.

Como eran dos incomodidades no muy serias, y las demás prestaciones del teclado contrapesaban estas limitantes, he estado durante bastante tiempo reservando la compra de un segundo teclado.

Eventualmente, fui movido a comprar uno nuevo. Me senté a escribir mis requisitos y armé esta lista:

  • En primer lugar: ¡MIDI! Absolutamente obligatorio. A pesar que quería independizarme un poco de la computadora, no quiero sacrificar para nada la posibilidad de conectarla via MIDI.
  • La mayor cantidad de octavas posibles — este es el motivo de más peso para comprar un segundo teclado.
  • Teclas con velocidad (léase: teclas sensibles; si pulsas ligeramente produce un sonido ligero, si pulsas fuerte el volumen es fuerte). Estaba mirando un teclado Yamaha que estaba barato y con MIDI en De Remate, pero descubrí a tiempo que no tenía velocidad, y eso es un requerimiento vital para mí.
  • Buenos sonidos. Me gustaría poder llevar este teclado a las reuniones en mi iglesia o hasta un campamento, así que si no va a sonar con la ayuda de la computadora, sería ideal que suene lo mejor posible.
  • Lo más barato que se pueda, ya que mis ahorros no han ido precisamente constantes últimamente.
  • Tras decidir, comparar y mirar aquí y allá, opté por comprar un teclado nuevo en lugar de uno usado en De Remate. Me compré un teclado Yamaha PSR-E303, que es una serie reciente de teclados. Está orientado al uso casero (o sea, de músico profesional no tiene mucho) pero cumple con mis requisitos:

  • MIDI. In y Out. Ya me compré un cable MIDI en Hiraoka para conectarlo a mi controlador y de ahí a la compu.
  • ¡Cinco octavas! En mis sueños salvajes tendré 88 teclas contrapesadas y con aftertouch, pero por lo pronto tengo al fin un número decente de teclas.
  • Velocidad. Y la curva de sensibilidad la siento mejor que mi controlador. O quizás sea mi imaginación…
  • Los sonidos son más o menos tirando para abajo. El piano es… um, decente. En fin, no se puede tener todo. Actualización: Ha terminado gustándome el sonido de Grand Piano. Debo corregirme y decir que es muy bueno y muy expresivo.
  • Es el más barato que pude conseguir con estas características ($279). Excedió mi presupuesto inicial ($200), mas estoy convencido que valió la pena.
  • Fue gracioso cuando fui a averiguar en Music Market (en Miraflores). Le comenté al vendedor que buscaba un teclado MIDI para conectarlo a la computadora y me mostró un Yamaha PSR-550 que estaba como $500. Le insinué que buscaba algo más barato, así que me mostró otro modelo PSR que estaba como $400. Esta vez fui un poco más directo, pero contrariamente a mi pedido empezó a mostrarme otros modelos más caros. Por un instante pasó por mi cabeza romper el chanchito y vivir en austeridad por un par de meses, pero me quedé con mis compromisos iniciales.
    Finalmente, el vendedor atinó a preguntarme cuánto era mi presupuesto.
    «Doscientos,» le dije, un tanto resignado.
    «¿Doscientos setenta y nueve?» me preguntó y me señaló el E303.
    Toqué las teclas y no percibí velocidad, pero cuando le comenté al respecto, el vendedor pulsó un botón y allí estaba. Aún así, le pregunté si tenía otros modelos más baratos. Me contestó certeramente: «No, los demás ya son juguetes.» Me hizo reír.

    Como todo buen comprador prudente, anoté el modelo del teclado en mi Palm y le di las gracias. Esa noche averigué en internet más datos sobre ese modelo, volví a echarle un ojo a los teclados en De Remate, descargué el manual en PDF de la página de Yamaha y tomé mi decisión.

    Aparte de los requerimientos que estaba buscando, este teclado tiene un par de cosillas adicionales que me gustan mucho:

  • Split keys. Puedes escoger dividir el teclado a partir de cierta tecla para tocar un sonido con una mitad y otro sonido con otra mitad. Puesto que estoy atrapado en Lima aún no he podido probar con mi setup si produce señales distintas via MIDI.
  • «Harmony Effects.» Por ejemplo, si pulsas dos teclas a la vez, reproduce ambos sonidos alternadamente desde 1/2 hasta 1/32 configurable (trill). Igual un efecto de eco, repite la nota cada 1/2 hasta 1/32 y el volumen va decayendo. Eso y otras cosillas más. Quisiera saber si, nuevamente, produce también señales MIDI correspondientes.
  • Puedes grabar canciones con dos pistas. Es decir, grabas una vez cierta interpretación, y luego puedes volver a grabar un acompañamiento o adicionales en una segunda pista.
  • Tiene una memoria flash a la que puedes subir pistas MIDI. Eso sería muy interesante para llevarse acompañamientos de coros para, digamos, un campamento o un concierto (aunque ciertamente los sonidos no son estelares).
  • Funciona con 6 pilas AA. El teclado es grande, pero poder usar pilas me da otro tipo de portatibilidad.
  • Un metrónomo. Hah, eso sí me va a servir de mucho. ;)
  • Polifonía de 32 teclas y multitimbre de 16, lo cual es inesperado en un teclado tan barato.
  • Lo que no tiene y, aunque puedo compensarlo con mi controlador, echo de menos:

  • Ruedas de pitch y modulación. Esto es lo que extraño más.
  • Subir y bajar de octavas (transposición) más rápidamente.
  • Entrada para pedal de volumen. Solo tiene para pedal de sostenido. Bueno, tampoco tengo un pedal de volumen aún (otra compra futura, jeje).
  • Tres octavas más. :)
  • En suma, no es un teclado que uno llevaría orgullosamente a un concierto (Natasha Luna tiene un Roland Fantom S, otro de sus músicos un Juno y otro un Triton LE), pero hace lo que quiero y tiene su personalidad. :) No necesito un workstation ya que puedo trabajarlo todo en la computadora. Tiene los requerimientos que buscaba y el precio ha sido alcanzable.