Iqueño ganó una Medalla de Oro en Olimpiada Internacional de Matemáticas 2010

José Gustavo García Sulca ganó una Medalla de Oro en la International Mathematical Olympiad 2010, que se llevó a cabo en Astana, Kazajistán. José es Peruano, ¡y es Iqueño!

Via Andina: Perú se adjudicó medallas de oro y plata en Olimpiada Mundial de Matemática en Kazajistán:

El estudiante peruano José García Sullca se impuso a los representantes de más de cien países del mundo y conquistó la medalla de oro en la 51ª Olimpiada Mundial de Matemática, que se realizó recientemente en la ciudad de Astana, en Kazajistán; mientras que el escolar Alejandro Loyola, también peruano, logró la presea de plata.

En los resultados generales, Perú quedó en el puesto 18.

Fleep: comic en línea de intriga, supervivencia y matemáticas

Acabo de descubrir que nunca les conté de esta joya. «Fleep» es uno de mis comics favoritos de todos los tiempos, escrito y dibujado por Jason Shiga, quien aparte de dibujar comics, le apasionan las matemáticas y estadísticas.

La tira trata de un muchacho que, de un momento a otro, despierta en una cabina telefónica de la cual no puede escapar: está completamente rodeada con concreto. La trama se revela poco a poco mientras el protagonista intenta descubrir cómo escapar de allí antes que se le acabe el oxígeno usando los recursos que tiene a la mano (dos lapiceros, una novela, tres monedas y 20 pies de hilo dental) y sus conocimientos de matemáticas — que le resultan de mucha ayuda en esta situación de vida o muerte.

Son los problemas matemáticos y la humanidad del personaje principal el deleite de este comic. La práctica totalidad de la historia sucede dentro de la cabina telefónica, demostrando que no necesitas recorrerte planetas enteros disfrazado y enmascarado para hacer una historieta adictiva, efectiva y magistral.

Gracias a internet podemos disfrutar de este comic gratis en la página de Jason Shiga. No los va a defraudar para nada.

Se los recomiendo altísimamente.

Mejorando mi carrera

Una de las metas más relevantes que me he trazado para este año 2006 es «He mejorado en mi carrera, soy más veloz, más eficiente.» A principios de año me sentí estancado, como si hubiese llegado a cierto punto donde mis conocimientos me son suficientes para mi trabajo y todos los proyectos que veía eran más de lo mismo y nada nuevo, ningún reto, a menos que yo mismo me imponga uno para mejorar procesos. Eso es algo que me ha venido preocupando.
He estado intentando aprender cosas nuevas (PEAR DataObjects, AJAX), pero sentía, como le contaba a mis padres, que todos alrededor mío siguen avanzando y yo me estoy quedando atrás.

He tenido muchas sorpresas con lo que el Señor me ha estado enseñando con esta meta trazada, todo por diversos factores como, por ejemplo, mis ideas prehistóricas de cómo debo hacer las cosas o la falta de interactuar más con otras personas, colegas, amis linuxeros.
Voy a darles una vista general de las cosas que me han venido aconteciendo últimamente. Todo esto ha venido sucedido desde Enero y entre punto y punto hay a veces varias semanas o meses de separación. Algunas se solapan entre sí. Bueno, empecemos:

– Primeramente como mencioné ambiguamente en un post atrás, Tabo me habló de Python y Django y ese solo consejo me abrió muchas posibilidades. Ya entendí que PHP no es el futuro, a menos que reescriban todo el lenguaje desde cero y reinventen Python o Ruby.

– Luego encontré este fabuloso blog de Kathy Sierra junto con este todavía más fabuloso post acerca de la neurogénesis y una interesante conclusión: «Aprender cura el cerebro.»

– Me puse a aprender Python y Django simultáneamente.

– Hablando con Antonio acerca de PHP5, Ruby y un poco de Python, llegué a una conclusión importante que me dio mucha confianza: que puedo aprender cualquier cosa. Al descubrir esto me dí cuenta que una parte de mí dejó de creer que tengo la capacidad de aprender, un tipo de «ya estoy muy viejo para aprender tantas cosas,» lo cual me parece absurdo. ¿Desde cuándo he empezado a pensar así y por qué?

– Cuando regresé de Lima volví a visitar el blog de Kathy (tengo mi lector RSS desactivado por motivos productivescos) y me encontré con este post acerca de cómo volverse un experto en cualquier rama. Menciona la diferencia entre expertos, novatos y mediocres, pero lo más interesante es este párrafo que se los traduzco:
«Oh si, acerca de esa cosa de que nunca es tarde… la mayoría de nosotros puede despedirse de la medalla Olímpica de patinaje sobre hielo. Y a mis 5′ 4», mi carrera de basketball no tiene probablemente esperanzas. Pero piensa en esto… la actriz Geena Davis casi calificó para el equipo Olímpico de tiro con arco de Estados Unidos en un deporte que ella tomó a la edad de 40, menos de tres años antes de las calificaciones Olímpicas.«

– Luego Droper compartió este post que me gustó mucho sobre Matemáticas para Programadores.

– De ese post salté a este otro enlace que me pareció todavía más fascinante y, a mitad del artículo pensé «¿Desde cuándo las matemáticas me parecen fascinantes?» Siempre le he tenido miedo a las matemáticas y he tenido muchas dificultades toda mi vida.

– Recordé entonces a mi hermano que nunca fue bueno en matemáticas en el colegio. Cuando ingresó a Ingeniería Civil no se rindió ante la idea de tener que masticar matemáticas. Hoy le gustan las matemáticas y daba clases a los hijos de algunos creyentes en Covida. Creo que una de las cosas que lo inspiró fue Johnny Rico, el protagonista de Starship Troopers (el libro, la película no existe).
Al principio a Johnny le hacen un examen del cual los resultados son: «insuficiente entendimiento intuitivo de relaciones espaciales… insuficiente talento matemático… preparación matemática deficiente… tiempo de reacción adecuado… buena vista.» Como algo paralelo a toda la historia, uno ve a Johnny estudiando duro matemáticas, recibiendo tutoría de diversas personas y preocupándose por haber dejado sus libros en otra nave espacial.
Johnny dice «Matemáticas es trabajo duro y ocupa tu mente — y no duele aprender todo lo que puedas de ello, no importa en qué rango estés; todo lo que sea de importancia está fundado en matemáticas.»
He aprendido que esa última frase es muy cierta. Von Neumann se levantaría de su tumba y te comería el cerebro personalmente si te atreves siquiera a cuestionar eso.

– Mirando en el mismo website de Math a Day, llegué a este artículo y mientras lo leía pensaba, «Esta persona ha trabajado en Amazon, haciendo cosas realmente interesantes — ¿por qué yo no hago esas cosas?» y llegué a muchas conclusiones que todavía quiero terminar de meditar. Mas una de ellas es firme: Amazon usa mucha matemática brillante para funcionar.
El artículo trata acerca de practicar programación, como cuando uno practica pesas. No es algo que haces en tu trabajo diario, sino algo que debes hacer de manera separada, dedicada, aparte.
Si aprecias tu carrera, por favor lee ese artículo. La parte que más me llamó la atención es la siguiente:
De todas tus habilidades como programador, ¿cuáles de ellas podrían ser consideradas «intemporales»? Encáralo: la mayoría de tu conocimiento técnico tiene un tiempo de vida, una fecha de expiración.
[…]
Lo que yo creo que encontrarás es que matemáticas, ciencias de la computación, escritura, y habilidades sociales son en su mayor parte intemporales, habilidades universales. Las tecnologías más específicas, lenguajes y protocolos eventualmente expiran, para ser reemplazadas por mejores alternativas.»

– En un momento dado me dí cuenta que, sin querer, estaba logrando cumplir esta meta que me había trazado. A diferencia de otras metas donde le pongo bastante empeño conciente, esta meta cayó por sí sola y las cosas se movieron «sin esfuerzo» de parte mía. Me dí cuenta que es el Señor quien estaba moviendo las circunstancias.

– Pasaron varias semanas y una noche decidí mirar Ruby y Rails y cambié mi rumbo. Quedé fascinado con el lenguaje Ruby y sigo aprendiendo desde entonces más de Ruby y Rails.

– De un momento a otro me dí cuenta que había crecido. Fue progresivo, y en un tiempo relativamente corto, pero mi vida ha dado muchos giros comparado a lo que «tenía» a principio de año.

– Una vez que estuve en Peruserver cogí por segunda vez un libro de matemáticas que hay en la biblioteca y Antonio me dijo, «Ya que tanto quieres aprender, ¿por qué no te metes a la universidad?»

– Sigo aprendiendo Ruby y Rails. He meditado seriamente la idea de meterme a la universidad, mas por ahora no siento la Voluntad del Señor por esa ruta; otras puertas se han estado abriendo por otra ruta que espero comentar en otro post. Eso no descarta que siga aprendiendo y creciendo por mi cuenta.
Gracias a Savre, voy a hacer averiguaciones para tomar cursos y llenar esas lagunas que tengo.

Y la vida continúa… :) No hay conclusión, no hay punch line. Esta es mi vida y siguen apareciendo oportunidades y puertas que se abren, puertas que se cierran, todo siempre interesante.

No seas ignorante

Una de las cosas que aprendí de Amador fue a no tener miedo de decir «No sé.» Hacía varias preguntas en los estudios bíblicos que teníamos, pidiendo aclaraciones y significados de palabras. Recuerdo que una vez preguntó qué significaba «membresía» y varios en la clase se rieron.
Pero algunos soltaron una sonrisa forzada y me percaté que ellos tampoco sabían qué significaba esa palabra. Y quizás jamás sabrían el significado si Amador no hubiera hecho la pregunta.

Uno de los primeros pasos al conocimiento es reconocer nuestra ignorancia con humildad. «Nadie nació sabiendo» es una frase conocida, pero quisiera que fuese aún más conocida la frase «Prefiero ser ignorante 5 minutos que serlo toda mi vida.» Tenemos que perder esa verguenza de pedir que se nos vuelva a explicar algo cuando no entendemos, sobre todo si recibimos clases de alguien. Es decir, estás pagándole a alguien para que te enseñe; no te está haciendo un favor, sino que es su deber hacerte entender — sea el colegio, sea la universidad o clases particulares, no debes perder la claridez del asunto y exigir un entendimiento.

Ser ignorante no es malo. Lo malo es no hacer algo al respecto y preferir, conscientemente, permanecer en ese estado de ignorancia. Nadie admira a un ignorante, sino a aquel que no tiene miedo de decir «No sé, explícame.»

Hace varios años atrás trabajé para mis primos, y estaban hablando de comprar tubos galvanizados. Yo debía tener algo de 18 años. Les pregunté cuál era la diferencia entre un tubo normal y uno galvanizado. No me entendieron la pregunta, quizás sorprendiéndose por mi ignorancia, y cuando volví a preguntarles me contestaron que la diferencia era que «uno estaba galvanizado y el otro no.» Se burlaron de mí e hicieron mofa de mi colegio. Y ojo que no era que no supiesen qué cosa era un galvanizado (uno de ellos es ingeniero industrial).

Adelantemos la cinta a hace un mes atrás, estaba con Marietta e Ivette en mi oficina, ambas retándose con problemas de matemáticas en mi pizarra. Ya olvidé exactamente lo que estábamos viendo, pero era una cosa muy similar a variables de programación, donde reemplazas un símbolo por una operación matemática. No importa. Ivette dijo, «Ahora vamos a dejarle un problema a Jaime,» y contesté «Ok,» más por compromiso que por interés en la materia — ya que, como la mayoría, he tenido dificultades con las Matemáticas en el colegio.
«No te preocupes,» me dijeron ambas. «Es fácil.»
Bien, se me hizo fácil porque se parecía mucho a programar, pero ese no es el punto. El punto es que tuve dificultades con cosas más básicas, como restar dos números grandes. Hace mucho tiempo que no resto en un papel y he huído de eso como la plaga, y cuando Ivette notó una ligera pausa en mí me guió, de manera muy natural, sin sorprenderse ni inmutarse, ni mucho menos burlarse. Proseguí con el problema y hubo una suma de otros dos números grandes, a lo que Marietta dijo «¡Yo lo hago! ¡Yo lo hago!» y yo baratamente accedí, «A ver, hazlo.»
Quiso hacerlo porque podía aplicar allí un atajo matemático que les enseñaron para ahorrar tiempo en el examen de admisión. Así que hizo la suma velozmente. Luego me explicó lo del atajo que su profesora les había enseñado y pensé que eso sería todo.
Pero no fue así; Marietta cogió la mota, borró la suma y dijo, «Así es como normalmente lo haces.» E hizo la suma lentamente. Luego al lado me mostró la otra forma (que usa multiplicaciones) para demostrarme cómo se obtenía el mismo resultado en menos tiempo.

Ya me olvidé qué pretendía ilustrar con ese contraste, pero contarles esto me trajo a memoria otra frase que todos debemos de taladrarla en nuestro cerebro: «La grandeza de un hombre se ve en su trato a los más pequeños.»

Oh, ok, ya recordé. No intentes aprender de personas que no saben enseñar. Ni siquiera te juntes con personas que encuentran gracioso tu falta de conocimiento. Se vale sorprenderse, pero nunca burlarse, ni mucho menos dejar la pregunta sin contestar. Tienes que aprender a diferenciar a aquellas personas que quieren ayudarte a crecer y a aquellas que les es indiferente. No dejes que la burla o la opinión de otras personas te limite en lo que puedas aprender. Tú mismo no te cierres en lo que puedes llegar a aprender. No, no sabes nada de computación, perfecto, no hay por qué avergonzarse. No, no te entra matemáticas en la cabeza, muy bien, es bueno que lo reconozcas abiertamente. No puedes ni patear bien una pelota, yo tampoco. No lo niegues. No te engañes a tí mismo ni te averguences de tí mismo. No lo niegues. No pretendas que no existe, ni que va a desaparecer si no piensas en ello. Te haces daño.
Coge tu libro. Inscríbete en clases. Postula. Pregunta. Averigua. Desarma. Actúa.

Mi hermana terminó la Secundaria teniendo más de 30 años y es una de las mejores cosas que ella ha hecho en su vida. Estamos muy orgullosos de ella. Nunca. Es. Tarde.

«No seas ignorante,» suena de algún modo… despectivo. Pero lo escribo de todo corazón como un consejo. No elijas ese camino. Espero que decidas tomar acción definitiva y busques aprender esas cosas que nunca aprendiste bien, porque quiero que experimentes otro miedo. Miedo de tí mismo. Miedo cuando destapes tu verdadero potencial y de qué tan lejos puedes llegar. Miedo de descubrir que las barreras que pensaste eran incruzables ahora las puedes cruzar todas. El mismo miedo que te dió al aprender a manejar bicicleta y salir solo a la calle por primera vez: todos los caminos abiertos y esperando únicamente a que empieces a pedalear a través de ellos.

No estás solo. No estás sola. Y te prometo que si te caes, ninguno de nosotros se va a reír de tí.

Vamos a aprender Matemáticas

Dear Lazyweb,

Quiero aprender Matemáticas. Absolutamente desde cero, lo que dizque debí de haber aprendido en primaria y secundaria. ¿Podrían por favor recomendarme un libro de Matemática Básica que sea didáctico? Pienso complementarlo con la Wikipedia y todo lo que encuentre en internet, pero quiero un libro (hecho de árboles muertos) como punto de partida.
No quiero algo parco o tosco como el Baldor. No quiero un libro de referencia, sino un tutorial. Inglés o español, disponible en Perú o en Amazon.

Thanks.