“My biggest dream…”

Encontré este apunte en un cuaderno de notas de programación e ideas. No recordaba para nada haberlo escrito. Está fechado el 27 de Enero de 1998, diez años antes de que ese sueño se haga realidad.

Tarjetas de Negocios creativas

“Innovador, el tío,” comentó Alex cuando vió mis tarjetas personales. El diseño de tarjetas es una de esas oportunidades donde puedes causar una buena impresión con tu creatividad. Algunos optan por usar tamaños o formas de tarjetas irregulares, lo cual es mal visto por muchos (incluyéndome), pues no entran en un porta tarjetas, son incómodos de llevar o hasta se hacen más difíciles de encontrar.

Inicialmente mandé hacer a la imprenta un set de 250 tarjetas con la innovadora idea de colocar sólo mi nombre, correo y website. Tremendo error, ya que la mayoría de las veces me piden mi número de celular y termino por escribirla improvisadamente en la tarjeta lo cual no queda del todo bien.
Ese set tenía un diseño que ni siquiera era mío, sino que encontré uno guapo en Internet y lo mandé hacer con la ayuda de DrMad. Sin embargo cada vez que alguien encontraba el diseño simpático y me preguntaba si lo había hecho yo, tenía que contestar que no. Respuesta nada apropiada para alguien supuestamente creativo.

Necesitaba un nuevo diseño y todavía me quedaban doscientas tarjetas en mis cajones (y no se cuántas de Hamtech y Paperclip). Anoté “Hacer diseño tarj presentacion” en mi lista de pendientes y allí durmió durante un buen tiempo por falta de ideas.

Pululando por algunos foros, alguien preguntó sobre tarjetas y contestaron con un link a a este post de Jason Santamaria, donde comenta que él hacía sus tarjetas a mano — con serigrafía, un sello y una cortadora de esquinas. Lo peculiar es que cada uno de ellos era distinto lo cual me prendió el foquito.

1) Como no reparto muchas tarjetas, ¿por qué no imprimirlas por demanda?
2) Mi (fabulosa y preciosa y maravillosa) impresora (Canon Pixma IP3000) imprime sin problemas en tarjetas de este preciso tamaño y en una calidad aceptable.
3) Si no me gusta un diseño o cambio de número de celu, no me quedaré con un set obsoleto en el cajón.

Me enamoré de la idea de que cada tarjeta es única, así que compré un pack de 100 tarjetas Kimberly en blanco y elegí para mis datos un diseño sobrio de color negro para abaratar costos y tinta.
Luego, usando lápices de colores hago un dibujo o diseño encima. Por ejemplo, este es un scan antiguo de un set inspirado en Exploding Dog:

Tarjetas de Negocios

Ahora sí, mis tarjetas serían absolutamente diferentes a la de los demás — y también diferentes entre sí. Tienen su personalidad y dan que hablar. Para hacer más interesante el asunto, establecí una capa adicional de distintos tipos y rarezas:

a) Las “Double Alpha” son las menos valiosas, pues son las más comunes.
b) Las de color Acuamarino son las siguientes más comunes, pero ya incluyen un dibujo propio.
c) Las de color Rojo, como las mostradas arriba, son más raras, porque son dibujadas para la ocasión. Por ejemplo, para un evento, conferencia o cuando tengo una visita o reunión puntual.
d) Las de color Morado son extremadamente raras. En mis fantasías valdrían algo memorable en eBay.

Después me enteré que Kevin Cornell tiene tarjetas similares, donde coloca sus dibujos. Siendo fan de Kevin, fue una agradable sorpresa, ¡mentes creativas que coinciden! ;)

Por supuesto, las de él se ven fabulosas:

Las tarjetas que imprimo ahora han variado un poco en las fuentes y tamaño (uso Myriad Pro, que forma parte del branding que estoy construyendo y es más legible).

Si me pillas en público, no seas tímido en pedirme una tarjeta. Eso sí, cruza los dedos para que no traiga encima solamente Double Alphas. ;)

Actualización: Las nuevas tarjetas de Jason Santamaria acaban de salir nombradas en How Design. Son distintas a las que nombré en mi artículo.