Enero 03, 2006

Square One, otra vez
Y arrancamos un nuevo año. Lamento no tener tiempo para hacer un resumen de metas logradas y no logradas como el año pasado, por dos motivos fundamentales: el primero es que no tengo mucho tiempo, jeje. Estoy aprovechando el tiempo muerto mientras subo unos avances para que el cliente los pueda ver. El segundo motivo fundamental es que, contra todos mis pronósticos, mi vida dió un giro revuelto todo el año pasado — de tal modo que todos mis planes quedaron desbaratados.

Así que iniciamos el 2006 con la lección aprendida: sé flexible — muy flexible — en tus planes. No contaba con viajar a Lima durante tanto tiempo (casi ocho meses), ni comprarme una laptop (y una tableta Wacom, y un controlador MIDI, y…), ni abandonar tantas metas y cumplir otras que fueron apareciendo al instante. Fue todo un año lleno de entresijos e incertidumbre.

Con esto no quiero decir que ha sido un mal año. Ha sido un muy buen año, fabuloso, excitante, deprimente, frustrante, doloroso y prometedor. Ha sido un año de revelaciones y de fuerzas que no sé de dónde salieron.

Estoy contento de verme a mí mismo y saber que he cambiado, he crecido, he madurado y aprendido muchas, muchas cosas durante todo este tiempo — no sólo de mi carrera sino también de mi vida personal, emocional y espiritual.

Aquí vamos, 2006! Me pregunto qué sorpresas nos traerá este año… ha sido un 2005 fascinante y presiento que este año será fascinante también.