Septiembre 2012 – Resumen Fotográfico

Meses atrás intenté abrir una cuenta en Netflix, interesado en poder ver películas legalmente. Es gracioso que sea tan difícil y ver películas ilegales sea mucho más fácil. El hecho es que Netflix rechazaba mi tarjeta. Ahora en Septiembre, Thalía hizo el intento con la suya y funcionó.
Nos gusta ver series de televisión. De momento estamos viendo Jericho, 24 y Criminal Minds. No tienen una selección abundante, pero con las series que hay tenemos para rato.

Hicimos nuestro debut musical con Guitar Hero Arcade. :) Hacía tiempo que quería jugarlo. Lo más cercano hasta entonces fue Frets on Fire en una PC, con guitarras construidas por Aleks sobre la base de la guitarra de juguete de su hija, jaja.

La gran noticia es que, gracias a Dios, ¡estamos esperando nuestro primer bebé! Estamos muy felices y entusiasmados, es un gran cambio y un gran paso para nuestras vidas y es de lo más emocionante. Según la ecografía posterior, ya tenía cinco semanas de embarazo. Son fascinantes los ecógrafos, ahora que he visto uno de cerca.

«Papá, yo también te tengo una noticia…»

Coincidentemente, nuestra gata Niza también está esperando mininos. Ya anda por toda la casa buscando el rinconcito apropiado para tenerlos, aunque todavía le falta. Se ha vuelto más cariñosa y le gusta estar más tiempo con nosotros.

La mala noticia es que Mushu no es el padre, sino un gatito siamés. Lo siento, Mushu.

Mi suegro jugó en la Olimpadres de San José, fuimos a hacer barra en el partido de basketball. Como suele pasar, el arbitraje no fue muy justo y nos quitaron puntos.

No recuerdo el puntaje final, pero empatamos.

En la Reunión de Jóvenes tuvimos una reunión especial, el Banquete de Primavera. El Sábado más próximo al inicio de la primavera tenemos un programa especial donde invitamos a los chicos a pasarla bonito juntos y escuchar un mensaje de la Palabra de Dios.

Pedro dio el mensaje, acerca de David.

Tuvimos la visita de Ratchet cortesía de Fabián. :)

Agosto 2012 – Resumen Fotográfico

Agosto es un mes lleno de cumpleaños.

El de Ana Zoila.

El cumpleaños de mi Mami y Lucy.

Nos divertimos bastante jugando Jenga.

Y el cumpleaños de Thalía.

Esta vez jugamos Easy Money con los chicos.

Oliver fue el primero en quedarse sin dinero.

Todavía tenemos el Axis & Allies por aprender a jugar. Aún no termino de leer las reglas.

En La Mar tuvimos la visita de Joel Clark y la Señora Anita, quienes siempre son de bastante ánimo y edficación espiritual.

Tuvimos también un concurso en la Reunión de Jóvenes, estudiando el libro de Hechos de los Apóstoles.

Los chicos estaban bien preparados para contestar las preguntas. Fue una competencia bastante pareja y hasta el final no se supo qué grupo iba a ganar.

Pero un grupo tenía que ganar y el vencedor fue el Grupo Rojo.

Para la clausura del concurso tuvimos la visita de nuestro querido hermano Neil Quintanilla.

El mes pasado en el local de la iglesia en Parcona dejaron una caja con cinco gatitos, quizás pensando que con tanta gente allí los adoptarían rápidamente. No resultó así, y entonces nos los trajeron a nosotros y les buscamos hogar.

Este pequeñín se fue con los abuelos.

Y esta otra gatita con antifaz estuvo a nuestro cuidado durante este mes. Ya está ahora en su nuevo hogar.

Mientras tanto, Niza, nuestra gata, sigue creciendo.

«¡Hey, ya perdiste! ¡Es mi turno!»

Días felices.

Mi primera DSLR

Años atrás, mi hermano nos envió fotos familiares desde el extranjero que definieron un instante en mi vida. Esas fotografías me impactaron porque tenían cualidades profesionales. Un «desenfoque» (profundidad de campo, pero en ese tiempo no conocía el término), colores y calidad que jamás había visto en una fotografía «casera.» Mi hermano contestó a mis entusiastas preguntas por teléfono explicándome que tenía una cámara SLR (Single Lens Reflex).

Transcurrieron los años y mi interés por tener una SLR se encendió otra vez con las fotografías de Miguel Lora y sus comentarios en su blog. Yo también quería tomar fotos así de profesionales. En el 2007, cuando las cámaras digitales ya estaban reinando, me compré una Canon EOS 300 (aka Rebel 2000), mi primera SLR de rollo. Esa es la cámara con la que tomé las fotos de la boda de Aleks y Eunice, entre otras. Con esa cámara empezó mi aprendizaje serio de fotografía.

Deseoso de tener una SLR digital (DSLR), pero sin el equipamiento económico suficiente, compré con Oliver nuestras Canon Powershot S5 IS. No eran DSLRs, sino compactas avanzadas con controles manuales y prestaciones para prosumers. Esta cámara ha sido mi fiel compañera con quien he tomado incontables fotos con resultados muy satisfactorios.

Finalmente, se dio la oportunidad para comprar una DSLR propia. Siempre andaba moviendo la compra a fechas futuras, en parte pensando «aún no me he ganado el derecho de tener una DSLR,» y fue mi esposa quien desarmó todo eso y me animó a comprarla ya. Entonces todas las circunstancias comenzaron a abrirse una por una. El dinero ya estaba ahorrado, encontré una buena cámara a buen precio, luego el precio se redujo promocionalmente todavía más, unos creyentes se ofrecieron para traerla de Estados Unidos, y así sucesivamente. Ahora tengo en mis manos, finalmente, una DSLR.

Es una Canon Rebel T1i.

Sí, no es un error, es una Rebel T1i. El modelo más reciente de Canon (en el 2012) es la T4i. La T1i es un modelo del 2009. Mi nueva cámara es ya tres generaciones vieja. Y la elegí así por dos razones.

La primera es, obviamente, el precio. La T1i estaba a la mitad de su precio original de venta, al que encima hubo otro descuento adicional por temporada. ¡Era la oportunidad! Mi plan original era comprar una Rebel XSi de segunda, pero Oliver me convenció que comprar de segunda no era buena inversión. Ahora, mi T1i es refurbished, así que no es técnicamente nueva, pero está reacondicionada por Canon y con garantía — y a un precio menor de lo que iba a pagar por la XSi.

La segunda razón es que es suficiente cámara para dar el siguiente paso en mi escalera fotográfica. He aprendido a abrazar las limitaciones y no caer en la trampa de «necesitas más megapixels, menos ruido en ISOs altos, sensor más grande, otro lente más,» sino concentrarme en la técnica y sacarle hasta la última gota de lo que tengo.

La T1i que compré es sólo el cuerpo, sin lente. Tengo el lente kit 28-80mm f/3.5-5.6 III de mi EOS 300 y compré aparte un lente 50mm f/1.8 MkII usado que me costó $80. Nuevo está $140 (¡y en Saga Falabella, $170!). Este lente es también conocido como el «Nifty-Fifty» o «the Plastic Fantastic» porque es un lente de primera calidad a un precio baratísimo. El hobby fotográfico es caro (aunque no tan caro como los automóviles o aviones), pero si se sabe dónde buscar y ser paciente, es posible construir un sistema decente.

Y ahora que finalmente tengo una DSLR, ¿cuál es mi siguiente sueño fotográfico? Tomar fotos en blanco y negro y revelarlas en casa como lo hizo mi Papá.

Mi Olympus 35 LC

Estoy usando la vieja cámara rangefinder de Papá, una Olympus 35 LC, creada en 1967. Mi Papá la mantuvo en excelente estado, y aún con todos esos años encima, funciona perfecta. Me encanta tomar fotos con esta cámara, prácticamente ha reemplazado mi Canon Powershot S5 IS. Es una belleza.

Siendo una cámara de rollo, no hay EXIF, así que tengo que tomar nota a mano de la apertura y velocidad de obturación en una libreta, revelar las fotos y compararlas con mis notas. Hago varias tomas con diferentes valores para ver cómo se comporta la cámara bajo diversas circunstancias y posteriormente usar ese conocimiento para obtener la imagen que quiero. Durante años la fotografía ha sido así antes de la inmediatez digital.

Parece aburrido, absurdo y anticuado hacerlo así en esta época, pero tomar fotos con rollo te hace ser más paciente, más cuidadoso y observador de lo que estás haciendo. Te detienes y prestas atención porque cada toma es limitada y tiene un precio. No puedes borrarla posteriormente. Y así, en el poco tiempo que he estado usando esta cámara he aprendido bastante de fotografía.

Si cometes un error usando una cámara digital, lo corriges inmediatamente, vuelves a tomar la foto y te olvidas de ello. Cuando cometo un error con rollo, no hay segunda oportunidad para arreglar la toma. Lamento haber perdido la foto y luego me pongo a investigar el por qué fallé y qué debí haber hecho. La siguiente vez que estoy en una situación similar inmediatamente recuerdo la ocasión anterior y hago los ajustes necesarios. He aprendido. Estoy seguro que usando una digital volvería a cometer el mismo error y volvería a hacer ajustes sin prestar atención.

Cuando la suma de toda esa experiencia pasada resulta en una buena foto, la satisfacción es indescriptible, es como sacarse un gran premio bien merecido.

El rollo te hace mejor fotógrafo.

Esta foto de Niza es la número 26, 250 a f/1.7. Había muy poca luz, ya estaba anocheciendo. No habría podido tomarla con la S5. El lente es un G. Zuiko de 42mm, muy fino. La apertura máxima del lente es de f/1.7, lo que me permite tomar fotos naturales con poca luz sin necesitar flash. Puedo tomar buenas fotos a 1/30, pues es una rangefinder y no tiene un espejo que se mueve; está hecha de metal, así que el peso me ayuda a mantenerla firme.

Luego de décadas la batería dejó de funcionar. Wein tiene un repuesto de Aire-Zinc que me costó $8.00. Es caro, pero el consumo es tan bajísimo que lo más seguro es que la historia se repita y sea uno de mis hijos quien le compre su próximo repuesto.

Hay toda una comunidad de aficionados a las rangefinders, dentro de la cual mi cámara es una de las raras. Me siento como invitado a un club exclusivo, al cual no merezco estar allí. La pasión de todos ellos por sus rangefinders me hace apreciar más la mía; sobre todo porque tiene un valor sentimental gigantesco.

Cuando la uso me siento más cerca de Papá, mirando el mundo a través del mismo visor.

Una cámara a la mano

Todo fotógrafo lamenta aquellas oportunidades fotográficas perdidas por no tener una cámara en el momento. Oliver sugería comprar una Point-and-Shoot para llevarla en el bolsillo. Ahora lo veo tomando fotos muy buenas con su Motorola Milestone. La opinión general es que la cámara del iPhone 4S ha reemplazado la P&S y es, para muchas personas y muchos casos, suficiente. Pero yo tengo un viejo iPhone 3G y ningún presupuesto para una 4S.

La cámara ideal sería una mezcla de DSLR con una P&S, lo cual ya existe: las Micro Four-Thirds. Controles manuales, profundidad de campo, lentes intercambiables, un sensor decente, etc. Todo fenomenal, a un tamaño ideal, a excepción de… el precio. A menos que se pague por sí mismo, no puedo justificar gastar mil dólares en una cámara.

Así que he optado por ignorar el tamaño y sacarle provecho a lo que tengo. Cambiar la mentalidad de «Si tan sólo tuviera _______» por «Esto es lo que tienes; sé creativo.» La forma y tamaño de mi Canon Powershot S5 IS la hacen engorrosa de llevar. He estado usando más la Olympus 35 LC (la rangefinder de rollo de mi Papá) a pesar que, irónicamente, es más grande y más pesada que la S5 (¡metal!). Su forma hace bastante diferencia para cargarla en la mochila y, no hay otra forma de decirlo, tomar fotos con ella es un exquisito placer.
Mi Canon EOS 300 (una SLR de rollo) la tengo que llevar desarmada (el cuerpo más el lente kit 28-80mm) y es incómodo. Podría prescindir del battery grip si comprase un par de pilas CR2 (¡cuestan 15 soles cada una!) con lo que su tamaño se reduce enormemente. Es la más ligera de todas (¡plástico!) a pesar de ser, armada, la más grande. Y es una SLR hecha y derecha.

No hay solución perfecta, así que ando llevando una u otra — en realidad elijo o bien la Canon S5 IS o la Olympus 35 LC. No me animo a sacar la EOS 300 aunque acaba de terminarse el rollo de la 35 LC y quizás eso me motive a meterla en la mochila.

Mi meta es tomar más y mejores fotos, tanto artística como técnicamente. Lo que me movió a todo esto fue este capítulo de The Bastards Book of Photography:

Showing up with a camera is important, no matter what kind of camera it is or whether you plan to take a single photo with it.

Everyone can remember a time when they saw something great and if only they had their camera then but now the moment has passed. No one remembers the times that they didn’t show up at all, and of course, neither will anyone else. So it’s great to be knowledgable and proficient at photography. But that means nothing if you don’t seek out the situations worth photographing.

Cómo copiar las etiquetas EXIF de un JPEG a otro (en Linux)

Usando exiftools en Linux, hacemos:

exiftools -tagsfromfile origen.jpg destino.jpg

Esto me sirve para retocar una foto en Photoshop Elements y preservar las etiquetas EXIF.

exiftools es muy útil. Una vez recuperé varias fotos borradas pero sin sus nombres originales. Usando exiftools descubrí que Canon guarda el número de foto en las etiquetas EXIF, así que con un poco de bash y vim logré renombrar cada una a su original.

Para instalar exiftools en Ubuntu:

sudo apt-get install libimage-exiftool-perl