Un capítulo cada día

Quisiera recordar cuántas veces fue, pero no lo recuerdo. Mi Papá me comentaba que había leído una vez más la Biblia entera, de tapa a tapa. Me dijo cuántas veces lo había hecho y no logro recordar el número.

Quisiera recordar cuándo empecé, pero no anoté la fecha en ningún lado. El registro más antiguo que tengo es de Mayo del 2008, pero no estoy seguro si leía la Biblia o un libro devocional. En fin. En algún momento me propuse leer un capítulo de la Biblia cada día. Al principio fue difícil. Hubieron meses que no leí nada. Luego recobraba ánimos y luego lo abandonaba por semanas. Hubo un mes que, invicto, leí la Biblia todos los días. Recuerdo en el Campamento de Niños del 2015 comentarle a Lucas Elliott sobre esto y sobre mi Papá. Me dijo que su abuela también había leído varias veces la Biblia. Eso me motivó aún más.

Para evitar leer rápido o saltearme las genealogías y los Números, los leía en voz alta. Me tomó casi una semana leer el Salmo 119 (tiene 176 versículos). Con las clases virtuales de Colegio de mis hijos en el 2020 nuevamente tuve dificultades.

No puedo recordar cuántas veces mi Papá leyó la Biblia entera. Tampoco puedo recordar cuándo empecé yo. Pero ustedes van a recordar conmigo que el Lunes 30 de Agosto del 2021 terminé de leer la Biblia de tapa a tapa por primera vez.

Y si les cuento esto es porque deseo inspirarles, como mi Papá y como la abuela de Luke, a dedicar tiempo cada día a leer la Palabra de Dios. Un capítulo cada día.

No les diré que es fácil, porque sé cuán difícil es. Pero es posible. Es invaluable conocer más de cerca toda la Palabra de Dios. En más de una ocasión el Señor usó la lectura de ese día para ayudarme a atravesar distintas circunstancias, o a tener el versículo apropiado para ayudar a alguien más. Los beneficios sin incontables. Su Palabra permanece para siempre.

“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón…” –Jeremías 15:16