God Bless America

De niños, nuestros padres nos inscribieron en un instituto de inglés llamado «One World,» lo cual fue una pieza clave para mi desarrollo personal.

Mi hermano y mi hermana aprendieron allí una canción en inglés, «God bless America,» la cual les gustaba cantar con frecuencia.

God Bless America, land that I love

Habrá sido la repetición, o quizás esa habilidad infantil de aprender rápido las cosas, no lo sé. El hecho es que yo también aprendí a cantar «God bless America.» Lo pintoresco es que nunca leí la letra, sino que lo memoricé de oído escuchando a mis hermanos. Habían palabras en inglés que no conocía — lo que cantaba eran los sonidos tal cual creía que eran.

Tengo esta memoria de mi niñez, con mis hermanos en nuestro Toyota rojo cantando juntos, y Juampa corrigiéndome.

Stand beside her, and guide her thru the night with a light from above.

Juampa y yo estudiábamos juntos en el instituto. Debía tener algo de siete u ocho años. Cierto día interrumpió la clase una profesora que nos había enseñado varios ciclos atrás. Se llamaba Ivonne. Le pidió al profesor que nos diese permiso un momento. Seguidamente nos llevó hacia otro salón donde estaban varios alumnos de mucha mayor edad que nosotros.

La profesora anunció — y recién me enteré — que nosotros íbamos a cantar «God bless America» para que ellos aprendan la melodía.

From the mountains, to the prairies, to the oceans, white with foam

Estando con mi hermano no me dio pánico escénico, sino que obedientemente empezamos a cantar. Quizás los alumnos habrán pensado que mi problema era enteramente pronunciación y no el hilarante hecho de que no tenía la menor idea de lo que estaba cantando.

God bless America, My home sweet home.

No fue sino muchísimos años después que, movido por la curiosidad, aprendí que el «angáijer» era «and guide her,» y «güai-y-fón» era «white with foam.» Fue una revelación épica, comparable quizás con el descubrimiento de América.

God bless America, My home sweet home.