Una víctima trata bien a su atacante
Esta historia es original de NPR y la he traducido aquí para mis lectores.
Julio Díaz tiene una rutina diaria. Todas las noches, el trabajador social de 31 años de edad finaliza temprano su viaje de una hora por el subterráneo al Bronx para poder comer en su restaurante favorito.
Pero una noche del mes pasado, cuando Díaz se bajó del tren No. 6 hacia la plataforma vacía, su tarde tomó un giro inesperado.
Estaba caminando hacia las escaleras cuando un adolescente se le acercó y sacó un cuchillo.
«El quería mi dinero, así que le dí mi billetera y le dije, ‘Aquí tienes,'» dijo Díaz.
Mientras el chico empezó a irse, Díaz le dijo, «Hey, espera un minuto. Olvidaste algo. Si vas a robar a personas por el resto de la noche, también puedes tomar mi abrigo para mantenerte caliente.»
El ladrón miró a su víctima, «¿qué se supone pasa aquí?» dijo Díaz. «El me preguntó, ‘¿Por qué haces esto?'»
Díaz respondió: «Si estás dispuesto a arriesgar tu libertad por unos cuantos dólares, entonces me imagino que realmente necesitas el dinero. Quiero decir, todo lo que yo quería era cenar y si quieres acompañarme… bueno, eres más que bienvenido.
«Sabes, sentí que realmente necesitaba ayuda,» dijo Díaz.
Díaz contó que él y el chico fueron al restaurante y se sentaron.
«El jefe se acerca, los lavaplatos se acercan, los mozos se acercan a decir hola,» dice Díaz. «El chico estaba como, ‘Tu conoces a todos aquí. ¿Eres dueño de este lugar?'»
«No, solo como aquí bastante,» Díaz contestó al chico. «El dijo, ‘Pero eres atento aún con el lavaplatos.»
Díaz respondió, «Bueno, ¿no te han enseñado a ser bueno con todos?»
«Yea, pero no pensé que las personas realmente se comportaban de esa manera,» dijo el chico.
Díaz le preguntó que quería de la vida. «Tenía casi una cara de tristeza,» dijo Díaz.
El chico no pudo contestarle a Díaz — o no quería hacerlo.
Cuando llegó la cuenta, Díaz le dijo al joven, «Mira, creo que vas a tener que pagar por esta cuenta porque tu tienes mi dinero y yo no puedo pagar esto. Así que si me das mi billetera de vuelta, te trataré con gusto.»
El chico «ni siquiera lo pensó» y devolvió la billetera, dijo Díaz. «Le dí 20 dólares … me imaginé que le ayudaría. No lo sé.»
Díaz contó que pidió algo a cambio — el cuchillo del chico — «y me lo dio.»
Mas tarde, cuando Díaz le dijo a su madre lo que sucedió, ella dijo, «Tu eres el tipo de chico que si alguien le pide la hora, le da su reloj.»
«Me imaginé, sabes, que si tratas a la gente bien, tienes la esperanza de que te tratarán bien a tí. Es lo más simple en este mundo complicado.»
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«Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen» – Mateo 5:44
4 Replies to “Una víctima trata bien a su atacante”
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Por lástima, aqui no funciona ese tipo de cosas :-) La idiosincracia en Perú es totalmente distinta, incluso en los «ladrones».
Pero siempre hay excepciones :)
Esta historia es sin duda una en -quizás- millones de casos. Muy impresionante pero a la vez temerariamente inspiradora.
Sin duda inspira una alternativa que implica coraje y riesgo, el tratar «sin miedo» y con mucha compasion a un delincuente.
Habria que indagar mas sobre las razones que motivaron al Sr. Diaz para manejar tan manipuladoramente al ladronzuelo, quizas es muy intuitivo y con alta capacidad de sicoanalisis. O talvez un buen hombre con suerte,de aquellos que el dia que reciban un tiro o una puñalada dirian «amen».
Para muchas personas simples que no conocen nada sobre conducta criminal ni menos la psiquis de la violencia, esta historia es poderosamente inspiradora y hasta sublime. Para alguien que es especialista en el tema, podria calificarla de temeraria y de mucha suerte, sobre todo recomendaria que no se siga ese ejemplo.
Lamento dar un comentario asi, pero no es bueno aspirar los perfumes de un paraiso inexistente.
Anibal
Quizá eso no ocurra con frecuencia, pero muchas veces las personas reaccionarán según la forma en que se les trate, eso si lo he comprobado en varias ocasiones.
Muchas personas creemos que las cosas se solucionan a gritos, insultos y golpes sencillamente por que otros los trataaron de esa manera.
«Tratemos a los demás de la misma manera en que nos gustaría ser tratados»
es una historia rara pero no quiero decir que falsa, pero la verdad me movio el tapete, pues de verdad, si tratamos bien ala gente es lo menos que podemos esperar es eso, un trato amable, y ademas aveces hasta los que no nos caen bien o son nuestros enemigos, cambian al ver en nosotros una actitud positiva, esto si es real…………….