No necesitas talento, sino perseverancia

Recuerdo dos ilustraciones que me impresionaron grandemente cuando era chico. Ambas eran de robots japoneses. La primera es de un robot llamado Sasuraiger que, según veo en internet, no es del todo popular. He escaneado la caja, aunque no ha salido bien.

La segunda es más conocida, es esta pintura del SDF-1 de Macross.

Ambas correspondían a cosas que no existían y que aún así se veían reales. Eso me impresionaba mucho. Era como traer a la vida algo de fantasía y hacerlo palpable. Siendo niño, te hacía alucinar que podía ser verdad.

Recuerdo que miraba con atención el VF-11 y el humo que dejaba, como si fuese una foto, pregúntandome cómo es que era posible pintar algo así. Pensaba que era épicamente lejano igualar tal trabajo, y no estaba muy lejos de la verdad, pues carecía de una amplio rango de conocimientos adecuados y los medios necesarios para siquiera imitar aquellas obras.

Sigo sin poder pintar algo tan remarcablemente bueno como este artista (¿alguien sabe quién es?), pero con el pasar de los años uno hace progresos. Quizás no enormes progresos, pero progresos al fin y al cabo. Entonces me topo con comentarios que hacen algunas personas sobre mis dibujos y los siento inmerecidos. Es una cosa de, ¿Ya llegué? ¿Ya soy un artista? Porque ciertamente no me siento como uno.
Otras personas se admiran de mis dibujos del mismo modo que yo me admiro del trabajo de otros. Eso como que me pone las cosas en perspectiva, porque quizás las mismas respuestas que les doy a ellos son las mismas que estoy buscando para mí mismo.

Hay una frase atribuída al maestro Miguel Angel que me gusta mucho. Dice, “Si todos viesen lo duro que trabajo, no les parecería extraordinario.”

Cada trazo que hago es la acumulación de años de experiencia, de haber hecho miles de errores y experimentos hasta entender qué funciona y qué no funciona — y más importante — el por qué. Dibujar no es algo innato. La diferencia es que yo he venido haciendo esto durante mas de veinte años, así que después de tanto tiempo algo tuve que haber aprendido, ¿no?
El detalle es que muchas personas no están dispuestas a perseverar durante un período tan largo. Tienen otros intereses u otras prioridades y eso está bien. Lo que no me parece bueno es cuando se excusan diciendo que “no tienen talento.”

En los foros de ConceptArt hay un héroe cuyo nick es MindCandyMan. Ver su sketchbook es una inspiración total, se los recomiendo, porque puedes ver el progreso desde, literalmente, esto:

hasta llegar a esto:

Difícil de creer, pero cierto. Es la prueba viviente de que con suficiente perseverancia y práctica puedes llegar muy, muy lejos.

En el colegio tenía un compañero que quería aprender a tocar guitarra. Yo sabía lo suficiente como para tocar las canciones de la iglesia y nada más, pero respondí a su pedido de enseñarle lo básico. Recuerdo que cuando le vi tratar de sacar las notas era tan torpe que me dije a mí mismo, “este pata no tiene talento para la guitarra.” Pasaron los años, y me lo encuentro tocando un par de canciones de Nirvana y hablando de power chords y otros términos que jamás había escuchado. Era mucho más ágil que yo y tocaba muy bien. Hoy se que ha tocado en varias bandas y están terminando de mezclar un disco.
¿Cómo es que se hizo tan bueno? Simplemente, mientras yo dormía, él le daba duro a la guitarra. Mientras yo estaba leyendo libros de Turbo Pascal y dibujando, él practicaba y practicaba con pasión.

Hay personas que naturalmente tienen cierta facilidad para ciertas cosas. Puedo decir con certeza que mi amigo no la tenía para la guitarra. Si alguien dice, “nació con talento,” puedo alzar mi mano y decir que no. La habilidad que tiene hoy la ha conseguido a través de duro esfuerzo. Y esa es una gran noticia, porque significa que cualquiera puede lograr grandes cosas si tiene la dedicación y perseverancia suficientes.

Dibujando con Sanguina

Hace un par de semanas atrás visité una tienda en Ica que, para mi sorpresa, vendía lápices pastel de la serie Pitt de Faber Castell. Tenía diversos de carboncillo, sepia y uno que siempre me había llamado la atención: de sanguina.

Me costó un poco caro, algo de cinco soles. Debido al escaso tiempo no pude probarlo sino hasta varios días después, durante el transcurso de varias noches. Mi hermano mayor me había regalado un cuaderno de dibujo Pro Art que estaba reservando. Es uno de esos casos donde tienes un cuaderno tan fino que no quieres arruinarlo con un mal dibujo, así que elegí copiar un sketch bien dibujado, en lugar de sacar algo de la imaginación y fallar en el intento. El elegido fue uno de Woopats.

Lassitude - dibujo a sanguina

La sanguina es un medio interesante, lo que más me llamó la atención es que su fricción es mayor a todos los lápices que he probado hasta la fecha. Se me hace difícil de controlar, no puedo obtener tonos suaves como lo hago con un lápiz, así que tuve que recurrir a suavizarla con el dedo o una servilleta.

Mi impresión final no ha sido del todo agradable, no es que esté emocionado por volver a dibujar con la sanguina. Más bien tengo deseos de comprar los otros lápices que vi en la tienda y probar la ténica Aux Trois Crayons. :)